Blog personal de Kechu Aramburu.
Investigación en Ciencias Sociales: Feminismo,Política,Sociología,Psicopedagogía,Ecología,Exclusión Social, Paz y No violencia, etc.
sábado, 1 de noviembre de 2014
El síndrome impúdico
La penúltima redada de empresarios, alcaldes, presidente de
diputación, exconsejero, exsenador, agente de la UCO, extesoreros y ex
secretarios generales que integran la lista de imputados y detenidos, en
clave corruptelas políticas bajo acusaciones del tenor de organización
criminal, blanqueo, tráfico de influencias, cohecho y fraude. Con
epicentro en Valdemoro, sendero del hombre de máxima confianza de la
marquesa, operación residenciada en el corazón de España, amén de las
afines en los negocios saqueadores de otros confines, donde no faltan ni
siquiera alguna sucursal bancaria. Lo de estos presuntos delincuentes
no es una cuestión solo de manzanas podridas, o solo de granados
podridos, es una ramificación más del mismo árbol, del mismo parque y
del mismo dueño, que hay que podar, limpiar y cambiar, y eso en
democracia se hace en las urnas.
Dice el exportavoz del Gobierno de Aznar «Espero que lo que ha pasado
ayer en España, no sea una reacción de un juez para ponerse una
coleta», este es uno de los voceros de la bicefalia que gestiona el
partido del gobierno, y que representa el cinismo devastador del tronco
envenenado de la esquilmada España.
En el reino español un 95% de la ciudadanía opina que la corrupción
ha devorado la economía de este país, y ha desmontado la confianza de la
gente en las instituciones, al mismo nivel que Lituania y la República
Checa, según informa la Comisión Europea. España está estancada, y no es
casual que los mayores índices de corrupción se den en los países con
más usureros en la crisis de la deuda, vinculado a ser la décima
potencia mundial en fraude fiscal, siendo las grandes fortunas y las
grandes empresas quienes concentran más del 71% del mismo (Gestha).
Ahondando en este despropósito de gobernanza, un informe de Tax Justice
Network, apunta que un 22,5% de nuestra economía está sumergida, lo que
origina una pérdida de ingresos a las arcas públicas que estiman en
107.350 millones de dólares, siendo el Ministro del ramo un consentidor
declarado de esta ruina.
No se trata de reciclar la basura, se trata de limpiar la porquería, y
tal como está el contenedor, parece que solo queda atender al clamor
popular, de disolver las cámaras y convocar elecciones anticipadas ya.
Kechu Aramburu del Rio Publicado el 31 de Octubre del 2014, en el Correo de Analucia