El sistema español, según el economista Fabra, es una torre de Babel
en el que hay demasiados intereses empresariales y, hay alguien que se
lleva más dinero del que debía. A finales de junio, el Congreso rechazó
la propuesta de auditar el déficit de tarifa en España, agujero que se
produce por opacas y conocidas razones.
Este hachazo a familias y
pequeños consumidores, en beneficio de las empresas, es una muestra más
de la voluntad inquebrantable de este gobierno, de desmantelar a
cualquier precio, los exiguos restos del estado del bienestar.
El
mensaje es nítido “la vuelta al brasero para quien no tiene dinero”.
Kechu Aramburu
Publicado por el Correo de Andalucia el 26 de septiembre
La sostenibilidad de nuestro modelo, no es un conflicto económico, es
una decisión rabiosamente ideológica, que adereza el miedo que nos
inyectan para justificar la España desigual que están amasando, y que se
está desangrando.
Por eso cuidemosnos, porque hay algo más canalla que
envejecer, y es envejecer culpabilizados por haber vivido demasiado.
Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia,
el 19 de Septiembre del 2013
En medio de la crisis más elitista de Europa, que ha convertido en
vulnerable a casi el 40% de la población española, el presidente del
Gobierno de España, el presidente de la Comunidad de Madrid, la
alcaldesa de la capital del reino, y los grandes de este país, más
amigos, de viaje, BBVA, El Cortes Ingles, Iberdrola, Renault, despacho
Garrigues,y la Consultora Bovis, entre otros… junto con la comparsa de
nuestros grandísimos deportistas seducidos vilmente con un arsenal de
voluntarios medievalistas, y una inmensa mayoría de medios de
comunicación errando el tiro, deciden sacar el conejo de la chistera,
embarcar a los huérfanos de ilusión de este machacado país en una
aventura obamista haciéndoles creer que es posible jugar a los Juegos,
un territorio casi embargado, sin crédito económico ni político, de
smoking e intentando hacer caja con la ruleta, poniendo como colofón a
esta tragicomedia, unos ilustres analfabetos en la primera lengua de
comunicación internacional.
Si no hay dinero para pagar la luz y el agua, y comer frío o caliente
todos los habitantes de la España del siglo XXI, en términos
democráticos, el amago de este evento tiene el color del delito, el
sabor de la inmoralidad y el olor de la estafa. Hay probados indicios,
actúese. Por pasiva, pero especialmente por activa.
Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia,
el 13 de Sepptiembre del 2013
En medio de una sonora expectación creada por el presidente del
Gobierno y titulares de la cosa, el logro ha sido que en 13 años nunca
nadie había conseguido dar al final del verano un flash tan glorioso:
“31 parados menos”.
Pero este fin de la cita no ha ido acompañado del
dato relevante, y es que este país nunca como hoy, el hoy del mandato
Báñez, había vomitado las cifras más altas de su historia contemporánea,
unido a que casi cien mil personas han dejado de cotizar a la Seguridad
Social el pasado mes, “gente expulsada del sistema”.
Rajoy en ese subidón al castillo de Soutomaior, parapetado por
helicópteros de la Guardia Civil, coches patrulla, efectivos de la
unidad de intervención rural, agentes de paisano y voluntarios de
Protección Civil, ha iniciado el curso atrincherándose y mostrándose
“orgulloso” de su equipo de Gobierno, el que nos ha enterrado en una
crisis que deja en el camino a cinco millones de parados con daños
colaterales de dimensiones incalculables.
En su aparatosa, defensiva y
paisajística puesta en escena ha aparcado su “asexuado galleguismo” y ha
acuñado una inmoral forma de no mirar a los ojos. “Os anuncio que el
año que viene os voy a anunciar, que al siguiente, voy a bajaros los
impuestos coincidiendo con las elecciones generales…” ¡Es que no veis
que no se puede esperar ni un minuto más!
Demasiada estafa, demasiada corrupción, demasiada evasión fiscal,
demasiado rescate a la banca, demasiados desahucios, demasiado paro,
demasiados nuevos ricos riquísimos, demasiadas desigualdades, demasiado
Peñón patrio ahora, demasiada infanta, yerno y tesorero, demasiada
farsa, demasiada poca vergüenza.
La insostenibilidad de la antipolítica, del personaje y de sus
apóstoles, es un factor psicológicamente tan demoledor que ha
configurado una maquinaria de descrédito político que convierte en
víctimas agazapadas a una parte relevante de la ciudadanía, cuyo
horizonte consiste inexorablemente en resolver la primera regla del
cuarto mundo, “sobrevivir hoy”. Con esto tiene garantizado un pueblo
anestesiado, y casi siempre en sala de espera.
Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia, el 5 de octubre del 2013