lunes, 29 de noviembre de 2010

“FORUM DE POLITICA FEMINISTA” en Sevilla


Con algunas amigas volver a empezar, con otras continuar el recorrido, con las que faltaban iniciar el trayecto, y como no, también con ellos.

Queremos tener un encuentro contigo y con las demás, también con el resto, para dialogar sobre: "Mujeres, sexo, poder, economía y ciudadanía”

Conversaremos con Begoña San José, Teresa Garcia, Nines Fidalgo y Kechu Aramburu.

Se trata de hablar con mujeres de Sevilla, compañeras de viaje y cómplices. Gente que tiene cosas que decir, que escuchar y que compartir.

Será también la presentación del Forum de Política Feminista de Sevilla. Nos invitan a un té con pastas, y nos regalarán personalmente el libro sobre: "Mujeres, sexo, poder, economía y ciudadanía”.


Aforo limitado: se ruega confirmación por correo electrónico hasta el día anterior. forumpf.sevilla@gmail.com


Porque la igualdad se aprende y se enseña.

LUGAR: HOSTERIA LAREDO C/ San Alonso de Orozco 3, Sevilla. (Puerta Carmona)
DIA: Miércoles, 1 de diciembre 2010, a las 18,30 h. de la tarde.

martes, 2 de noviembre de 2010

LA PEDAGOGÍA DE LOS RECURSOS.



EDUCACIÓN COMPENSATORIA, ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD Y ADAPTACIONES CURRICULARES



Claves para la suma variable.

Desde la experiencia del trabajo de aula, planteo las siguientes consideraciones:

Primero.- La educación compensatoria, consiste en aplicar el principio: “A cada alumn@ según sus necesidades, y de cada alumn@ según sus capacidades”. Partiendo de lo básico de lo básico, y del rescate de lo no aprendido, y de lo no enseñado.

Segundo.- La educación compensatoria, significa un currículo transversalizado, adaptado, y vinculado también al territorio, a través de itinerarios formativos de yacimientos “sostenibles” y “de género”.

Tercero.- La educación compensatoria, debe ser de excelencia, que cualifique para la formación académica, profesional, continua, y para la inserción laboral y social.

Cuarto.- La educación compensatoria, debe ser garantista, preparatoria del éxito personal y social de nuestro alumnado.

Quinto.- La educación compensatoria, necesita reprogramar las metodologías, basándose entre otras, en la inteligencia emocional y en las competencias básicas inclusivas, situando al alumnado proveniente de la exclusión social en las “altas expectativas” como requisito de una educación en y para la igualdad.

Sexto.- La diversidad no es un problema, es un logro social. Significa adaptar lo general a lo particular, por eso no es posible trabajar con un modelo estándar para un alumnado estándar.

Séptimo.- El éxito está vinculado al rendimiento y a la motivación. Pero el rendimiento está directamente relacionado con el proceso de personalización. Siendo la variable más definitoria, para el éxito o el fracaso: las estrategias de formación y la actitud del profesorado.

Herramientas:

 Entender
 Detectar
 Derivar
 Organizar
 Intervenir
 Programar
 Modificar
 Enseñar
 Educar
 Evaluar
 Atender “A CADA ALUMNA/O SEGÚN SUS NECESIDADES, Y DE CADA ALUMNO/A SEGÚN SUS CAPACIDADES”.


Fundamentos de la normativa jurídica reguladora de los recursos:

La LEA en su título tercero; Decreto 167/2003, de 17 de junio; Orden de 26 de febrero de 2004; R. Decreto 299/1996, de 28 de febrero; Orden de 22 de julio de 1999; Orden 25 de julio de 2008.

La referida normativa insta a los Centros de Enseñanza Secundaria acogidos a los planes de educación compensatoria, y a su profesorado, a trabajar con un conjunto de medidas de carácter ordinario, organizativas y curriculares, cuyo objetivo será conseguir la integración escolar, su inclusión y normalización a partir de una atención personalizada del alumnado con necesidades educativas diversas por razones de origen individual, social y cultural, sectorializando la respuesta adecuada.

Las claves de estos objetivos se fundamentan en el respeto y el reconocimiento de las diferencias de los/as escolares para orientar las acciones que se va a atender en el paradigma de la diversidad.


Observaciones:

 El currículo es flexible, adaptable y abierto a las necesidades del entorno educativo.
 Participar en el currículo de acuerdo con las características personales de cada alumna/o, pero el currículo no se puede castrar.
 Modificar significativamente objetivos, contenidos, metodología, actividades y criterios de evaluación.

Modificar significativamente consiste en:

 Adecuar objetivos, contenidos, metodología, actividades y criterios de la evaluación.
 Priorizar objetivos y contenidos.
 Suprimir algunos contenidos
 Introducir, o añadir algunos contenidos
 Cambiar la temporalización.


Todo esto se realiza en los mismos elementos que constituyen el currículo, en uno o varios de los componentes que afectan a los contenidos del currículo oficial. Poniendo siempre el mayor énfasis en la adquisición de las competencias básicas.


Estructura del aula:

 La intervención de más de un/a profesor/a en el aula debería ser:

o Colectiva
o No subalterna
o Intercambiando funciones.

 La estructura curricular, organizacional y espacial debe ofrecer las condiciones necesarias y adecuadas a este proceso de tratamiento personalizado.

 Consensuar o/y normativizar la presencia del alumnado en el aula

o Materiales
o Tareas
o Comportamiento
o Etc.


Metodología:

 Personalizada
 Interactiva
 Aceleradora
 Recopilativa
 Corregidora
 Analítica
 Reflexiva
 Exigente
 De máximos
 Formativa.
 Innovadora en la cultura sancionadora: pedagógicamente, didácticamente, y en valores.


Conclusiones:

• El trabajo personalizado es un factor facilitador para la continuidad y el éxito de la inclusión, normalizando al alumnado con desfase en cualquiera de sus variables.

• Se trata de optimizar los recursos humanos y materiales al servicio de una mayor calidad en las enseñanzas compensatorias, de atención a la diversidad y adaptaciones curriculares para frenar el determinismo en el marco del fracaso escolar, al que suele estar abocado nuestro alumnado.

• Es necesario obtener una mayor eficacia en el logro de la igualdad para la eliminación de las barreras de la exclusión, por lo tanto es necesario acoger el déficit, reducir la discapacidad y poner límites a la estigmatización en función de las carencias.

• Nuestro alumnado no busca ayuda, lo que necesita para empezar es “afecto”.

• No hay esfuerzo sin motivación, y la motivación del logro tiene como meta: el proceso, la asimilación, y la puesta en valor de la competencia personal.

• En entornos de exclusión social, el alumnado está programado, para la sumisión y para la rebeldía. Es decir reaccionan ante el sistema educativo tradicional, con la objeción al aprendizaje. Existe una rebeldía sicológica y una rebeldía ética. Esto exige el despliegue de una cultura del diálogo y de la participación de todos los agentes que intervienen en el proceso formativo (alumnado, profesorado, familia, y entorno en general)

• Sólo es posible otro aprendizaje, ofreciéndoles alternativas. Es necesario, sacar, alentar y activar lo mejor que hay en cada alumn@. No vale educar por educar, las esperanzas incluyen creencias en el futuro.

• La razón educativa, no puede ser excluyente, no sólo puede ser la del docente. Ni los derechos pueden estar cuestionados, ni los valores pueden entrar en conflicto.

• La educación que impartimos tiene que ser: impecable, comparable (evaluable) y compatible


A modo de conclusión final:

Una educación compensatoria, una atención a la diversidad, y unas adaptaciones curriculares de calidad, pueden ser los mecanismos correctores de las desigualdades, y palanca para las transformaciones sociales que necesita esta civilización, ya.


Kechu Aramburu del Río.
Sevilla, 2 de noviembre de 2010.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Se acabó “el patio”

La fragilidad de la telematización de las palomas mensajeras ha hecho posible que el impacto de bala del “ha sido un placer”, tardase los mismos días en llegarme que vuestro Dios empleó para crear el mundo, por lo tanto la relación epistolar que estableceré durante las próximas ráfagas de tiempo, estarán bajo los efluvios de la resaca informativa, envueltas en el celofán de mis jacobinas emociones.

Por no renunciar al “había una vez…” recordar que en mi dilatada carrera política, no por los años, sino por la intensidad de lo vivido, en los parlamentos de Andalucía, España y de Europa, en mis colaboraciones en El Mundo, ABC, o como tertuliana en la SER, Onda Cero, y otras cadenas, hasta llegar a Vocento y aterrizar con vosotros en “Cómo está el patio”. El viaje ha sido sencillamente apasionante, he conocido casi todo, aunque casi nada, pero ha sido en Sevilla, la tierra de Bécquer, Velázquez, Murillo, Aleixandre, Machado y Cernuda, donde he tenido el lujo andaluz, que no asiático, de conocer a uno de los personajes más solventes, profesional y humano que hay en los medios de comunicación, en el Sur del Sur.

Decir que Paco es uno de los referentes de la ejemplaridad, podría conllevarme una nueva anatemización, pero entiendo que “la Santa Madre Iglesia” en versión política no puede actuar en segundas nupcias, por lo que me beneficiaré de esta aparente bula. Creo, que en tu desenfrenado intento de novelar tu vida como comunicador, has conseguido bordar el defecto absoluto de “la perfección”.

Desde mi mirada a la izquierda de la izquierda, tus posiciones, vuestras posiciones, me sabían en muchas ocasiones exóticas, que no decimonónicas ni cavernícolas, solamente en las antípodas de mi tajo intelectual y político; pero los debates han sonado como la orquesta de Daniel Barenboim, a pesar de que en los calculados guiones se trataba de emular a David y Goliat, pero nunca hubo jaque mate. En la calle, nuestro público, me iba dando la medida, se identificaban, no percibían la gama de colores, nos han sentido como sus más reconocidos defensores, con liderazgos colectivos avalados por quienes nos han acompañado, y con la pasión de vuestro Gran Poder, o con la laicidad de seleccionar lo mejor, venga de donde venga.

Esos maridajes televisivos, que me hicisteis contraer con Isidoro Beneroso, Felix Machuca, y de forma monógama con Pablo Ollero o Joaquín Moeckel, donde la síntesis conoció la ley de Murphy, eran tan singulares que daba igual el debate, podían ser sobre la retirada de los crucifijos en las escuelas, o sobre la efímera levedad del ser, la secuencia siempre era la misma: “A” y sus contrarios. Sé que he sido para vosotros “el punto rojo”, vuestra diana donde dirigir vuestros dardos retóricos, el rostro alargado de lo que habéis convenido en llamar “el régimen”. Y es curioso pero la gente vibraba oyéndonos, viéndonos, conducidos por Paco, a pesar de que yo constataba en cada disparo cómo os sesgabais, como tratabais de inclinar la balanza, pero yo intentaba siempre echaros un pulso, consciente de que el duelo siempre tenía ribetes titánicos. Muchos y muchas del arco iris que nos han seguido, nos han detectado como un equipo potente que hablaba en su lenguaje, de sus cuitas cotidianas, que denunciaba las injusticias y que ha llegado a modificar sus rutinas horarias.

Las salidas del plató, a altas horas de la noche, para desmaquillarnos, donde yo pretendía saldar las cuentas ideológicas del programa, donde nos intercambiábamos lo último de lo último de las cavernas, eran instantes llenos de ternura y complicidad.

Haber podido contar con Fátima, a la que creo, buscaste en la cantera VIP de “la multinacional de los Cazatalentos”, nos ha ofrecido la posibilidad de conocer una genuina profesional como “la niña”, hábil, inteligente, íntegra, y tan cercana.

El resto de los jugadores a pesar de estar, en su mayoría, abrazados litúrgicamente a la cosa del fútbol, a lo taurino sin reservas, a la privadísima Feria de abril, y a las cofradías pro-vida, me habéis parecido tan queribles, con tan arraigadas convicciones, con tan redoblados principios, tan machadianamente buenos.

Crecí y tuve que cambiar el patio de mi “cole”, me mudé, y tuve que cambiar el patio de “mi casa”, y ahora razones comerciales nos dejan sin el último patio, Andalucía se queda sin el programa que hizo posible “otra forma de hacer tertulia,” con la transversalidad de llegar y de recibir, de converger.

Paco nunca, nunca, me censuraste, y yo hablé alto y claro, y se me entendió. Gracias Paco por tu pluma y tu palabra, gracias por tu apuesta y por tu amistad, gracias por como has llevado el timón, gracias por haber congregado a tanto fraile y a tanta abadesa, a tantos especimenes en la fauna del patio; la diversidad le ha dado grandeza y credibilidad.

Espero que esto solo sea un hasta luego, mi queridísimo Plata. Me despido con mis más nobles sentimientos y termino con el poema “Contraofensiva” del maestro Benedetti, que dice:

Si a uno
le dan palos de ciego
la única respuesta eficaz
es dar
palos
de vidente.

Kechu Arámburu. Sevilla, 9 de septiembre de 2010.

viernes, 18 de junio de 2010

“La vida no tiene importancia”


A LA MEMORIA DE SARAMAGO

Explicar lo que quisiste decir cuando pronunciaste esa lapidaria frase, hubiera sido una redundancia; fue cuando amenazaste con tu “próxima,” sobre la industria armamentística y sus efectos, pero ellos, tú lo sabes, no se estremecieron, demasiado poderosos para que un Nóbel tambalee su negocio. No se ocupan, ni tampoco se preocupan, la venta de esos artefactos no está en crisis, ni siquiera para la endeudada Grecia, ya nos lo dijo Conh Bendit, la UE le hace prestamos millonarios a nuestros vecinos, para que compren más armas, sean más pobres y más vulnerables.

Pero no sólo eso, también fomentamos el deporte más arraigado de los EEUU, allí se dice: ninguna casa sin un rifle por lo menos, otras veces utilizan esas máquinas para practicar el tiro al plato, hace poco, a un condenado le han pintado con un rotulador el corazón, y cinco voluntarios llamados agentes de la paz, han ejecutado a un hombre, le han disparado a matar en nombre de la ley, en el país de la libertad.

En “Caín” me pareció que sólo amagabas, pero cuando vi que te satanizaba de nuevo la Iglesia, entonces entendí, igual que en el noventa y dos con “El Evangelio según Jesucristo”, que habías vuelto a desvestir el santo, una vez más ejerciste impecablemente la portavocia que te habíamos encomendado.

Sé que nunca te ha temblado el pulso, pero siempre he tenido contigo tantas y tan altas expectativas, que cuando veía algunas voces bajar el tono, cambiar la pluma por el lápiz, cuando había demasiada publicidad y pocos mensajes, cuando se recurría al deporte nacional para hacer patria, te reconozco que, a veces, la cultura del pesimismo, con la que nos adoctrinan como instrumento para destruir la esperanza, se asomaba a mi espacio.

Pero siempre estaba tu palabra, y tal como nos insistías no le dábamos respiro a la muerte, ¿recuerdas en “Las intermediarias...”? siempre he pensado que tu fábula, era un rescate de la fantasía o quizás un arma letal contra los que intentan abolir la rebeldía.

Nos pediste que aguantáramos más allá de la supervivencia, que no aparcásemos las aparentes causas perdidas: Sahara, memoria histórica, violencia de género, etcétera. Y sobre todo nos decías que desmontásemos la cadena de los mitos inventados: Dios, el poder, el consumo, la violencia, la indiferencia y la estupidez. Porque todos ellos han terminado esclavizándonos sin piedad.

Como tú sabes, en ello estamos, y te prometo que no bajaremos la guardia, implacable con las espuelas y débiles con las espigas. Y en tu nombre termino reivindicando el verbo disentir, es uno de los derechos que le faltan a la Declaración de los Derechos Humanos.

Quizás para otros, para otras, ha muerto un gran escritor, mi conmoción es porque se ha marchado un gran referente de la ética, por eso y para eso trataremos de seguir, como tú, combatiendo la ceguera.

Kechu Aramburu del Río.
Profesora de Filología y Género.

viernes, 11 de junio de 2010

Homenaje a la coherencia.



Es la historia de dos mujeres, a las que trataré de acercarme silenciosamente, como a ellas les gusta.


Érase una vez una mujer llamada Concha, demasiado perfecta, quizás de diseño. Siempre he pensado que sobrevive incólume, porque es implacable con la contaminación emocional y amorosa, es como una discreta dama acorazada e invencible, es compañera de sus compañeras, amiga de sus amigas, familia de su familia. Concha es impecable, sabe estar, y esperar, exigir y ceder, respetar y querer, dar y recibir. Para conquistar la levedad de la perfección sólo le faltaba una cosa, tocar, conocer, sentir y vivir lo humano, y entonces llegó Teresa.
Mi Teresa, mi amiga del alma, ella representa la ternura, la generosidad, la bondad, el amor, la amistad, la supervivencia, la lucha infatigable. En Teresa no cabe la duda, ni la sospecha, es transparente y leal, es una garantía de que compartirá la gloria y el fracaso, la fortuna y la desventura., la tormenta y la calma. Teresa siempre está, se estremece y vibra, es tan de carne y hueso, tan intuitiva, es tan entrañable, que inevitablemente resulta irresistible.

La verdadera historia de estas dos increíbles mujeres es un homenaje a la coherencia. No oculto que ha sido para mi un inmenso placer ser la madrina de dos personas tan ejemplares. La emoción y la pasión de poder compartir la solemnidad y la intimidad de unos momentos inolvidables, que nos conjura a todos y a todas para acompañar a estas dos mujeres irrepetibles, a las que me consta, que las personas presentes, y muchas ausentes, queremos profundamente.
Amiga Concha, mi querida Teresa, que seáis eternamente felices.
Hasta siempre, vuestra madrina. Kechu Aramburu.

domingo, 9 de mayo de 2010

La resistencia feminista durante la dictadura franquista

Eran aquellos tiempos en los que el Generalísimo Franco todavía mantenía férreo e intacto su pulso, y yo andaba enfrascada intentando dirigir colectivamente las movilizaciones estudiantiles de los bachilleratos, y no oculto que entonces lo hice bajo el paraguas de la cercanía personal y política, de Felipe González Márquez.

No hacía mucho que él me había iniciado, renglón a renglón en "La dialéctica sin dogma” de Robert Havemann, luego tuve la oportunidad antes de entrar en la Universidad de vivir en directo el Mayo del 68 en la mítica calle San Fernando, desafiando a los temidos “Grises” de entonces, montados a caballo. Poco después llegué a la Hispalense tras una generación privilegiada donde acababan de terminar sus carreras una de las cosechas políticas más brillantes de la Historia de España.


Aquella fue la gran escuela donde conciencia y conocimiento encontraron el caldo de cultivo de unas mujeres que fuimos maquinistas del tren de la resistencia antifranquista. En los albores de esos trepidantes años, recuerdo una noche, en los calabozos de la comisaría de la Gavidia, donde nos habían llevado como siempre, en los aparatosos furgones, después de detenernos en un encierro, aquella vez en la Facultad de Derecho, y en las confesiones de los sótanos, dada la proximidad, me dijo una dirigente maoísta: “el problema, Kechu, es que tú planteas la liberación de la mujer como un objetivo autónomo de la lucha de clases, y eso tiene un tufo “pequeñoburgués”. Yo le contesté que feminismo y marxismo no siempre habían sido un matrimonio bien avenido.

No sé cómo, pero éramos mayoría las mujeres detenidas proporcionalmente, luego he llegado a pensar, que seguramente habría sido porque fuimos las más implacables en no dejar resquicio al Régimen y de ello daba buena cuenta la policía secreta, hombres infiltrados, pero identificados, que formaban parte del paisaje.

La verdad es que por entonces todas las injusticias me parecían obligadamente combatibles, pero había especialmente una, la de la discriminación de la mitad de la sociedad, las mujeres, que me parecía salvaje, y empecé y continué con otras mujeres a fundar y organizar un rosario de organizaciones feministas, muchas de ellas en función de las tendencias políticas, que iban desde el feminismo social, o el de la diferencia hasta el feminismo radical; y todo ello en plena eclosión de las llamadas revueltas estudiantiles, y en el inicio de los últimos coletazos del franquismo, una de las etapas más represivas de la dictadura, donde nuestros más íntimos compañeros de viaje eran “la vietnamita”, el nombre de guerra y la clandestinidad.

Las feministas teníamos referentes en España: Clara Campoamor, Victoria Kent, Dolores Ibarruri… y como la violencia del machismo institucional era tan incisiva, nos obligó a vincular la lucha por las libertades con la lucha por la liberación de las mujeres: la despenalización de los anticonceptivos, la despenalización del aborto, la eliminación del delito del adulterio femenino, o la lucha por la ley del divorcio. En las calles, en las fábricas, en las universidades, en aquel momento, el movimiento obrero, estudiantil y el movimiento feminista nos conjuramos para la conquista de una democracia anti-patriarcal.
No se podría explicar la transición en Sevilla sin el movimiento feminista, no es concebible la recuperación de la memoria histórica sin el feminismo de los años 70 y posteriores. Conseguimos teñir de violeta la conquista de la democracia y la Constitución española, y hoy en el siglo XXI, tendremos que trasladar, desde la historia no oficial, a las nuevas generaciones, de cómo y por qué gozan de esas libertades.


Fdo: Kechu Aramburu.

Crónica de un evento: memoria de la transición en Sevilla..

Hace unos días me pidió Comisiones Obreras que interviniera en la inauguración de una espléndida Exposición de sesenta paneles que se inauguraba en los Jardines del Cristina, en Sevilla, sobre la recuperación de la memoria histórica en los prolegómenos de la transición española. En el acto participaríamos los compañeros del "1001", un dirigente del movimiento vecinal, y yo misma, como representante del movimiento de mujeres de ese tiempo político, ya que cada uno de nosotros y nosotras aparecemos en las consiguientes fotografías, liderando las correspondientes luchas. Dicho evento era presidido por el alcalde, acto solemne al uso, mediática y protocolariamente, a pesar de esto accedí, porque el motivo era más que suficiente. Preparé un pequeño texto que no tuve ocasión de relatar ya que el formato se modificó sobre la marcha y apenas me dirigía a los presentes, alcalde incluido, señalando la foto donde llevábamos cogida una pancarta las feministas de la época pidiendo amnistia para las mujeres, el alcalde me dijo: "Kechu erais unas radicales, y tú además con tus intervenciones encendías a los estudiantes, y para colmo en los encierros no me dejabas entrar porque decías que yo era un socialdemócrata." Esta anécdota no la recuerdo, le dije y concluyó la visita para irse a inaugurar "el tranvía sin catenarias".

viernes, 26 de marzo de 2010

Aprendiendo a desaprender.

Relato de Kechu Aramburu. Dedicado a su alumno.

Lo siento, sé que no ha sido fácil sobrellevarnos a las/os llamados "normalizadas/os".

Una vez me dijiste que ¿por qué tenias que venir todos los días a los mismos sitios, a la misma hora, para ver las mismas caras, a los mismos profes? Y además para que te contásemos qué es el sistema métrico decimal, o las reglas generales de la acentuación, o la revolución neolítica, la organización básica de la células, incluso la utilización del can, por si necesitaras emular a Obama con el yes we can.

Sé que no te interesa nada de esto, adaptado o sin adaptar, ni para saborear el inaccesible éxito, ni para convertirte en erudito, ni tampoco para hacerte sabedor de la sabiduría, ni siquiera te interesa la multiplicación de los peces ¿verdad?

No lo he adivinado, me lo has contado: te gusta el Betis en el campo, las cofradías en el palco de tu casa, delante de la pantalla, no te disgusta manejar el ratón del ordenador, y dirigir a tu manera los destinos del universo, que te permite el sustituible teclado, también me has confesado que lo que te encanta de verdad es tu amiga, esa tan tímida y retraída, como fantástica, y que todavía no me has presentado. Luego ha llegado Harry Potter y nos has hecho creer que devorabas el libro, daba igual, comprobamos que sólo era virtual. Te regalé dos pasa-páginas de color morado, con un lema que reza “tolerancia”, se trataba de ir poniendo la fecha y el número de la susodicha página, sutilmente siempre desaparecía el inútil paginador, tú seguías diciendo que ibas por la página 147, casi era lo de menos, te concentrabas, te observábamos, y cuando se acercaba la hora de tomarle el pulso curricular a Harry Potter tú ya estabas agotado, y las manillas de tu reloj particular, te alertaban que era el tiempo de desconectar.

Esta mañana hablé con las otras maestras y decidí empezar por donde tocaba, te pedí permiso para ordenarte el interior de tu mochila, y ponerte al día los papeles; cuando la abrí y la volqué sobre la mesa (mis compañeras eran testigas) lo primero que apareció fue una hormiga viva, literalmente una hormiga, a partir de ahí entendí lo que tenía sentido y lo que no, el resto del material te pedí que me lo regalases, y sólo te dejé en tu envolvente cofre a tu amigo Harry Potter.


¿Nunca te había dicho que te pareces a la miel y no a la hiel, y que por eso todas las abejas, y los abejorros, acuden a ti?

Lo sé, si te molestan respondes, si te pegan te defiendes, si te insultan, es tu ley la cumples, y la devuelves, también intuyo, mi pequeño Robinsón, que si pudieras vivir en tu isla, sin nadie que te mirase mal, sin nadie que te hablase mal, te podrías hacer mayor. También sé que si llegara algún día un pirata o una pirata, y te sonriera, te respetara, y te quisiera, no sólo llegarías a ser mayor, sino que serías un pequeño gran hombre.

He visto cómo tu registro emocional tiene desactivada la audición del “NO”, por eso cada día me has obligado a ensayar las estrategias para acompañarte, para que cuando apareciera el patrón del comportamiento hostil, que me indicaba que podías estar ante el predictor más significativo de tus riesgos académicos y sociales, yo pudiera reaccionar. Entendí que teníamos que apostar por ti, tanto o más que por las y los demás, contigo he vuelto a recordar que se puede mandar sin dar órdenes.

Me parece tan espectacular el dispositivo que te has montado en tu cerebro, esas antenas que se encienden casi siempre cuando detectan el conflicto, intentando si te dejan no abrasarte, siempre te marchas a tu guarida, al otro lado del lado, a protegerte, allí nadie conscientemente te incordia, eres ya parte del paisaje humano, recorres el corto pasillo, y te detienes de vez en cuando, delante de los despachos, para ser observado, las manos en los bolsillos de tu chándal verde y blanco, la mirada perdida, allí no hay peligros, allí no hay desafíos, allí tú crees que estás entre iguales, están los mayores.

Mira, nos dicen, los que dicen algo, que los negativistas desafiantes (como os llaman) es el apodo de vuestro marcador para diferenciar y tratar, que tu familia, tus educadores y educadoras, tenemos que actuar siempre, siempre (ante y durante los bloqueos de vapor y los cruces de caminos) y que a posteriori, (durante y después del colapso) para incorporarte a la flexibilidad y a la tolerancia ante la frustración que te determina.Así de rotundo.

¿Qué curioso, verdad?, y qué elemental a la vez, sólo se les olvida que, en algunos pocos casos, detrás de ese diagnóstico hay desolación, marginación, rupturas, injusticias, carencias, pobrezas, desestructuración y exclusión social. Por eso “yo que sé, tú que sabes” si en vez de aquí, vivieras allí.

Termino diciéndote que acepto “el desafío de la realidad”, pero para cambiarla, claro, a cambio prométeme que intentarás seguir sobreviviendo, para cuando yo sea menos joven y tú algo mayor, y yo siga siendo profe, y tú ya quizás no estés en la cantera, y hayas emigrado con tu equipo a primera división, entonces pueda enviarte, sin adaptación un poema de mi maestro Mario llamado “El currículum” que dice así en el collage de sus estrofas:

“El cuento es muy sencillo
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
entonces
usted muere.”

Hasta siempre, tu profe.
Kechu Aramburu.
Viernes de dolores, 26 de abril de 2010.

domingo, 21 de marzo de 2010

¡Me declaro viva!


Kechu Aramburu:
Hago mías las palabras de
Chamalú (Indio Quechua)



Saboreo cada acto.

Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí,
entonces me portaba como los demás querían
y mi conciencia me censuraba.

Menos mal que a pesar de mi esforzada
buena educación siempre había alguien difamándome.
¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó
que la vida no es un escenario!
Desde entonces me atreví a ser como soy.

El árbol anciano me enseñó
que todos y todas somos lo mismo.

Soy guerrera:
mi espada es el amor,
mi escudo el humor,
mi hogar la coherencia,
mi texto la libertad.

Si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme,
no hice de la cordura mi opción.
Prefiero la imaginación a lo indio,
es decir, inocencia incluida.

Quizás solamente teníamos que ser humanos.

Sin amor nada tiene sentido, sin amor estamos perdidas y perdidos,
sin amor corremos el riesgo de estar de nuevo
transitando de espaldas a la luz.

Por eso es muy importante que sea el amor
lo único que inspire tus actos.


Anhelo que descubras el mensaje que se encuentra
detrás de las palabras; no soy un sabio,
sólo una enamorada de la vida.

La mejor forma de despertar es hacerlo
sin preocuparse porque nuestros actos
incomoden a quienes duermen al lado.

La meta no existe, el camino y la meta son lo mismo.
No tenemos que correr hacia ninguna parte,
sólo saber dar cada paso plenamente.

Cuando somos más grandes que lo que hacemos,
nada puede desequilibrarnos.
Pero cuando permitimos que las cosas sean más grandes
que nosotros, nuestro desequilibrio está garantizado.

Quizá sólo seamos agua fluyendo;
el camino nos lo tenemos que hacer nosotras y nosotros.

Más no permitas que el cauce esclavice al río,
no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.

Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez.
Amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad
que pulula por doquier, infectando almas
y atrofiando corazones.

La gente está tan acostumbrada a ser infeliz,
que la sensación de felicidad
les resulta sospechosa.

La gente está tan reprimida, que la espontánea ternura
le incomoda y el amor le inspira desconfianza.

La vida es un canto a la belleza,
una convocatoria a la transparencia.

¡ME DECLARO VIVA!

domingo, 7 de marzo de 2010

“Feminismo sin burka”


Eso, representa Nani Carvajal, la inquebrantable periodista, que intentó “camuflarse” tras el look de apariencia frívola, obsesionada por la estética, para poder bucear sin censuras, por la ética informativa, social y de género.

Llevo más de un cuarto de siglo haciendo la travesía con ella, y pongo por testigo la historia, que ha sido cofundadora de todo esto y más, con alguna de nosotras, de la primera revista feminista “Mujeres del Sur”, del primer Libro Blanco de la mujer en Sevilla, de la creación de “Las Cigarreras”, de la APDM, y del Grupo 7, y así sin tregua apostando sin tapujos por un feminismo sin apellidos, hasta llegar aquí. Hicimos también un recorrido por la investigación, la reflexión y el debate. Pero ella era una “broker” y tras avatares secuenciales, partidarios y personales de unas y otras, Nany llegó a la Presidencia de la Fundación María Fulmen, y allí volvimos a congregarnos como patronas, una parte del feminismo sevillano, para seguir en el artesanal empeño de crear espacios de visibilidad para las mujeres, que desemboquen en afluentes compensatorios de tan costosa discriminación.

Nani ocupó bastantes telediarios poniendo el foco en los temas de género, era la portavoz oficial y oficiosa, les puso la voz y el rostro a ellas, a nosotras, a todas. Sé que tiene exclusivas, desde el punto de vista mediático, espectaculares, pero que guarda en el anonimato por razones de ética profesional, de complicidad con las afectadas.

Persistente en la denuncia y en el barrido de las fronteras, cruza del Tiro de Línea a los Reales Alcázares con el mismo discurso, y el mismo disfraz, la lucha incansable por las doblemente necesitadas. Genuinamente atrevida, sin más burka que el de sus convicciones, subida en el andamiaje de una lucha titánica, se ganó la Presidencia de la centenaria Asociación de la Prensa de Sevilla, y hoy con un ejemplar currículo de sol radiante ha conseguido brillar hasta destellar, con las alforjas cargadas de proyectos tangibles, de transparencia, de solvencia, de marcador de garantías.

Ahora, Nani, nos toca informar, formar y concienciar medularmente no sólo desde las tribunas, sino sobre todo en el tajo, hay que desmaterializar el consumo mediático, virtual, y recurrente del feminismo. Tenemos que quebrar el feminismo de la beneficencia, que entretiene nuestros singulares objetivos del milenio, hay que reconducir el feminismo del victimismo que amarillenta y “morbosea” la nitidez y la emergencia de nuestros derechos. Hay que solapar el feminismo de sobremesa, que nos convierte en mercancía rosa y adultera la frágil consideración que tenemos como tema de Estado.

Es tan necesario concienciar, sensibilizar, y seguir conquistando trozos de igualdad, de paridad, de democracia, de reparto, de bienestar. Hay que estar dentro y fuera, arriba y abajo, en lo institucional y en lo social, con las excluidas y con las que no votan, con las minorías y con la mayoría, con todas sin excepción.

Es tan largo el camino, amiga, tantas las pausas, que te propongo un trato: hagamos un pacto, con los hombres cómplices, con los hombres por la igualdad, con los compañeros de viaje, para la hegemonía gransciana. No vale sólo volver a los orígenes, hay que diseñar el futuro de nuevo, como hace años hicimos con lo que hoy ya es presente, derechos formales y discriminación positiva, hay que ganarle la batalla a los privilegios, a la masculinización, a las desigualdades, a la violencia, a la subalternidad, tenemos que otear que en el horizonte son posibles las sociedades igualitarias, para no sólo resistir y sobrevivir, tenemos que marcar una hoja de ruta que señale una convergencia con lo emergente, que no nos impida que lo urgente solape lo importante, que el caso no sea el ocaso, que lo invisible no sea lo irrelevante. Para todo ello pongamos la historia, la ciencia, la matemática, la física, la diplomacia, el sindicalismo, la medicina, el derecho, la economía, las instituciones, la política, a darle jaque-mate al feudalismo de género, y subvertir los parámetros que apuntan como normal y natural a los que se han instalado en la mayoría, considerando inevitable la existencia de un segundo sexo.

No puede ser que la crisis tenga nombre de mujer, que la exclusión tenga nombre de mujer, que la pobreza tenga nombre de mujer, que el analfabetismo tenga nombre de mujer, que la dependencia tenga nombre de mujer, que las tareas peor remuneradas tengan nombre de mujer, que los salarios más bajos tengan nombre de mujer, que la prostitución y los malos tratos tengan nombre de mujer.

¿Es humanamente correcto, socialmente correcto, políticamente correcto haber condenado a la fatalidad a la mitad de la población por razones de género?

Por todo y para todo esto Nani es un honor para todas nosotras, que te concedan el Premio Meridiana en la sección medios de comunicación, este año, como toda la vida en reconocimiento a tu compromiso con las mujeres. Ha sido y es un placer compartir contigo durante más de veinticinco años este apasionante viaje por el feminismo. Gracias por dejarte utilizar, gracias por tu esplendido papel delante y detrás de las cámaras. Decía Oscar Wilde, que: “cualquiera puede simpatizar con las penas de una amiga, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima”. No dudes amiga que así es.

Kechu Aramburu del Río.
Feminista. Vicepresidenta de la Fundación Maria Fulmen.
Sevilla, ocho de marzo de 2010.