domingo, 31 de enero de 2016

Todo no vale



Ilusas disquisiciones de la fastidiosa ética: ¿trabajareis sobre el mandato de las urnas o sobre las bolsas peripatéticas de ironía, donde cabe todo? ¿Cuál será la fórmula de la virtud o el vicio que rija nuestro futuro? Ya estamos al albur de vuestros designios, no somos abstencionistas y se pensó que sí podíais representarnos.

Los cánticos de las catacumbas presagian tiempos de furia, deberíamos musitar nítidamente la gente de bien, sin ningún tono profético, pero sí firme, que ¡todo no vale! No debemos ir impávidos, rumbo al precipicio, y a la nada hipotética de repetir la mala historia de España, como los conejos silvestres, que para poder sobrevivir en la naturaleza tienen que ser silenciosos y sigilosos, pasar desapercibidos y no llamar la atención de los predadores.

Comentaba Saint-Exupéry en El Principito que el lenguaje es fuente de malos entendidos. Explíquense, porque no logramos entenderles. Todos plantearon que hasta la línea más enrojecida era negociable, salvo una, la corrupción, esa era la orilla que prometieron no atravesar. ¿Hay algo que nos estén ocultando, que justifique la modificación del resultado electoral por arriba, zarandeando las urnas, asediando, y poniendo bajo sospecha a millones de españoles, en función de intereses inadmisibles, envueltos en tutelajes morales, y además entregándoles de nuevo este país a los presuntos, como primer apellido, responsables de la niebla y las tinieblas?

No insistan en camuflar el naufragio, ni engatusar cambiando el actor principal, y dejando la compañía al completo. No es suficiente con que hayan arruinado el país, no solo por la crisis a medida, y los desfalcos de cuello blanco, sino por casos como la caliente y reciente operación Taula, no valenciana, sino típicamente española, según obra en los calabozos, y en los sumarísimos papeles que acreditan, parece ser, en manos de quien estábamos. Decía Maquiavelo: «El que quiere establecer un Estado libre y no aparta a los hijos de Bruto, sólo por breve tiempo conservará su obra». ¿Están dispuestos a ejercer por un solo minuto de avalistas de la corrupción? ~

Kechu Aramburu
Publicado en Correo de Andalucía el 30 de enero de 2016-


domingo, 24 de enero de 2016

¿Qué les está pasando?


Ya hemos votado, y los partidos no parecen saber gestionar nuestro voto. Se ha pedido mayoritariamente cambio de rumbo, para acabar con la aberrante desigualdad, que le llamaba Bobbio, y algunos a lo suyo. Se ha gritado en la calle, y en las urnas, que antepongan los intereses ciudadanos al tacticismo partidario, pero este mensaje está siendo desoído. Se promete austeridad en gastos innecesarios, pero están dispuestos a volver a derrochar en otras elecciones generales.
 
La gente ha demostrado sobradamente su madurez el 20 de diciembre, pero ahora sin consideración, quieren volverles a preguntar si se arrepienten o se equivocaron. Por la vía del diálogo son incapaces de ponerse de acuerdo. Y luego pedimos al alumnado que sepa compartir sin disruptividad en un aula, y quienes cobran por ello, y tienen que dar ejemplo, se comportan como bebés gigantes o resabiados furtivos.


Hoy, ahora y aquí, la España que hay que regenerar, ajustar y darle la dimensión social necesaria, pide a voces menos escenificación, pero también menos acoso, menos presión, y menos interpretación. Decía Paulo Freire que, a través de la manipulación, las elites dominadoras intentan conformar progresivamente las masas a sus objetivos. ¡Cuidado!


La España no fracturada, sino diversa, la que existe, no se articula con juicios de valor, ni manoseando el contenido de las mochilas. Se debe acabar el ritual palaciego postmodernista y, clausuradas las excursiones a Zarzuela, llegó la hora de la verdad: o se pactan las leyes que necesita este país, para ser derogadas, modificadas, o pendientes, o se evidenciará el fracaso de la política de salón, y nos convocarán de nuevo a un examen, que ellos han suspendido. No os enroquéis inútilmente, ni asfixies más las expectativas de la gente, que la cuerda se puede romper. ¿Y entonces?

Los impuestos que les pagamos no son para tareas propias de cazadores de perdices, son para el oficio de servir como cargo público a los demás, y en estos días están dejando mucho que desear, luego os quejáis del desapego del pueblo a la política. ¿Qué esperáis? ~



Kechu Arámburu

¡Escrito 48 horas antes de los últimos episodios…!!!

Publicado en el Correo de Andalucía el 23 el Enero del 2016

Vuelvo para seguir compartiendo...

Aunque decía Fréderic Chopin, "que es inútil volver sobre lo que ha sido, y ya no es", Vuelvo 9 meses despues al blog, para seguir compartiendo...