viernes, 11 de enero de 2013

Episodios Nacionales.


“Toda realidad ignorada prepara su venganza”, avisaba Ortega en uno de los párrafos finales del “Epílogo para ingleses” de su Rebelión de las masas. En democracia, y más aún en tiempos de crisis como los actuales, no hay realidad que resulte más arriesgada que ignorar a la opinión pública.  
 
Y el pueblo ya sabe a quién llamar la “bien pagá”, y en masculino al ideólogo de la misma formación, cuyos patrimonios, testaferros y demás ecos familiares empiezan a colmar la infinita paciencia, de un pueblo que se estaba reponiendo como pudo y supo de una larguísima pesadilla.

Sabiendo que estos personajes, son buenos botones de nácar para ilustrar los episodios nacionales, no deberíamos obviar a ninguno de los actores que están en primera línea interpretando la gran comedia que no divierte a nadie, pero pocos todavía se levantan del patio de butacas para protestar por la estafa de semejante obra. 

El espectáculo es dantesco, primero se les elige por sufragio universal, algunos saquean mientras ejercen, otros privatizan, desmantelan y nos arruinan como ministros o sinónimos y luego usado el trampolín de lo público saltan recompensados, como asesores a Endesa, Telefónica, Banco Santander; FCC, Vueling, HC energía, Abengoa, Agencia Tributaria, Paradores del Estado, Renfe, Acciona, Repsol, etc. 
 
 Y para estos buitres insaciables se habilitó un mausoleo de elefantes, llamado “las cajas”, donde según el FROB, finiquitaban una de sus vidas como consejeros dominicales, con una clausula de blindaje “prejubilaciones doradas o retiro de diamantes”. 
 
El último informe de Transparencia Internacional, resulta demoledor para España, afirma categóricamente que las corruptelas maquilladas de legítimas y el despilfarro no están debidamente controlados ni sancionados, en resumidas que empatamos  con Botsuana según el Índice de Corrupción del 2012. 

La OCDE acaba de mostrarse seriamente preocupada, porque en España ninguna de las investigaciones por soborno en el extranjero prospera. Y el SUP ha denunciado las trabas insalvables para investigar los casos de corrupción casualmente relacionados con políticos y empresarios. 




La falta de un combate político y social que sea implacable y sin excepciones contra esta lacra, ese es el penúltimo cartucho de este país, para no morir de inanición.




Kechu  Aramburu.
El Correo de Andalucía
10 de enero de 2013