
Acuerdos, y todo lo democráticamente posible para
frenar el terrorismo yihadista, pero la obligación del partido popular, de la oposición y de la
judicatura, es
motivar sin fisuras el carácter marcadamente constitucional de nuestro Estado
de Derecho, sin manosearlo
electoralmente. No se puede hacer patria a golpe de titulares, que actúan sobre
las entrañas, pero que no resuelven las
amenazas de los terroristas.
Los ampulosos pactos, actúan como brújulas para orientarnos donde
está cada personaje, los cuales deberían explicarnos como nuestro país,
situándose en las tasas más bajas de
delincuencia en el ámbito europeo, por el contrario cuenta con el porcentaje más
alto de presos por habitante, amén de ser líderes en Europa en cuanto al tiempo
de cumplimiento de las condenas. De lo que se desprende, que nuestro sistema
penal es significativamente duro, por lo que no se trata de una mayor
severidad.

¿Pactos? ¿Por qué no lo hay para regular penalmente la alta delincuencia económica, o aquellas conductas en el ámbito bancario que producen graves perjuicios a la sociedad, y están poniendo en jaque a España?