martes, 21 de abril de 2015

¿Dónde están las helenas de Troya?


La victoria de Syriza, el triunfo de Tsipras, puede ser la antesala de la cancelación del memorándum de la austeridad, puede ser la apertura de una nueva era política en Europa, debería hacer reflexionar  a quienes aplican las políticas anti-crisis a costa de empobrecer a los pueblos. Los resultados griegos son vitaminas para vencer el miedo, el letrero que nos enseñan las urnas del país hermano, dice literalmente, es posible acabar con la miseria y recuperar la dignidad.

Pero cuidado, la intachable hoja del milagro griego tiene un  borrón  inadmisible, la creación del primer gobierno de Tsipras.  En Grecia,  España,  Europa, y en cualquier rincón, hay algo tan elemental como demostrado, no hay democracia sin la participación de las mujeres. Y es altamente preocupante que no haya ni una sola mujer en el gobierno griego.

La emergencia humanitaria  que hacía inevitable  el voto a Syriza, no llevaba parejo el voto a un gobierno que invisibilizara la capacidad de la mujeres para dirigir el país en una situación excepcional, tan compleja como la que tienen las mujeres griegas cada día, allá donde estén,  y  la resuelven más que impecablemente. ¿Cómo creéis que se sienten, pensando que se confía en ellas para luchar, pero no para gobernar el país, que se delega en ellas para gestionar la economía doméstica, que ha permitido sobrevivir a las familias griegas, pero ni un paso más?

¿No han considerado los partidos que integran la coalición, presentar  para ministrable a ninguna  de las muchísimas mujeres que tienen en sus filas, o las no pocas independientes valiosísimas de los movimientos sociales, que han estado liderando el combate por una Grecia mejor?, ¿no había ni una? ¿Cómo puede asumirse sin perder la coherencia  un gobierno masculino puro y duro, sin más rostros que el de los varones? ¿Cómo pensáis que nos sentimos las mujeres de otros confines, que íbamos a reescribir la historia con el primer ejemplo a tener en cuenta? ¿Qué autoridad nos habéis dejado, para plantear  la igualdad sin clausulas?  
Errar es humano, y rectificar es de sabios.

 Kechu Aramburu del Río
Publicado en el Correo de Andalucía
el  29 de Enero del 2015.