
Sin sus aportaciones, hoy sería todo tan distinto… que es posible que estuviéramos reflexionando sobre el sexo de Bambi.
Por eso, si Einstein levantara la cabeza y viera el abuso del relativismo cultural que se está llevando a cabo, rayando en el nihilismo absoluto, para describir la emborronada biografía de Rouco, máximo representante del nacionalcatolicismo más fundamentalista, pensaría que la competencia crítica de los opinaderos ha sido abolida, y algunos siguen siendo intocables.
Porque, el ya hoy ex-presidente de la Conferencia Episcopal, cesado por el Papa Francisco, ha sido la vara de mando de la ideología más ultra de este país, marchándose apocalípticamente, y entrometiéndose en temas civiles, como la supuesta ruptura de España, apoyando la teoría conspirativa del 11 M, la obligatoriedad de la asignatura de religión católica como materia evaluable, advirtiendo la fragilidad del matrimonio para la conservación de la familia y recordándonos como, la punta de su iceberg, estuvo contra los anticonceptivos, contra el divorcio, incluso contra la Constitución, terminando con una soflama contra el fantasma del aborto.


Kechu Aramburu del Rio
Publicado el 14 de Marzo del 2014, en el Correo dee Andalucia