sábado, 14 de julio de 2012

La inmoralidad de los recortes



El último pero no el mortal, ni el definitivo, de los  reiterados golpes de estado, a los que viene sometiendo el gobierno de España  a este país,  son de tal virulencia,  tan increíblemente inesperados, tan imprevisibles por no anunciados  en  las agendas electorales, ni en los guiones teatrales, y cuyo público aplaudió mayoritariamente,  que hace inverosímil que sigamos sin enterarnos de la declaración de guerra encubierta y de guante blanco,  a la que nos están sometiendo los poderes económicos, y sus agentes políticos. Y no hay manera de que aprendamos las lecciones del pasado, que tiene paralizada a la población, aunque ya  empezamos a balbucear, pero apenas casi nada, salvo los mineros, con su titánica e inevitable lucha, la de nuestros  nuevos referentes sociales, “la esperanza negra” y unos pocos más.

Es sabido que el miedo inmoviliza, pero el paro y el hambre matan.

 Hasta que no terminemos de comprobar que el negocio de esta crisis, es un arma de destrucción masiva de ultimísima generación, no vamos a reaccionar, y entonces puede que sea demasiado tarde.

La declaración bananera del Presidente del Gobierno, las risas y la ovación circense de su azul bancada, en el pleno del Congreso, ha sido un solemne acto de terrorismo económico, dirigida a los trabajadores, empleados públicos, y a los parados. He reconocido rápidamente la música y la letra de  “robando a los pobres para dárselo a los ricos”

Nadie que cobre más de seis o siete veces  (lo que queráis), el salario mínimo interprofesional, tiene autoridad moral, para proponer, aconsejar, decidir, aprobar  o decretar, absolutamente ningún recorte,  ni para salvar el euro, ni para salvar Europa, ni para salvar España, ni siquiera para salvar la economía de vuestro planeta.

Podéis hacerlo, faltaría más, tenéis la autoridad política, la económica, la institucional, la de la fuerza mayor, la de “lo otro es peor”, pero no tenéis la autoridad moral, la que no va asociada al cargo, la que tienes que ganaros todos los días, como sí de una maldición bíblica se tratara, como la de los trabajadores que deben ganarse, el pan cada día con el sudor de su frente.

Por eso ningún diputado, ningún consejero, ninguno ministro, ningún eurodiputado, ningún cargo político que cobre más de lo dicho, puede atreverse,  ni osar , ni  insinuar , que aceptemos “ los sacrificios sin más”, a cambio de pagar la deuda que habéis contraído. Porque el resultado del intento del cumplimiento del déficit, se está convirtiendo en  asfixiante, en un estrangulamiento social y personal para algunos, no para todos.
 
Primero porque es radicalmente falso, que nuestro empobrecimiento sea la solución, segundo porque  es una histriónica mentira que sea esa la causa de nuestros males, y tercero porque es una auténtica vergüenza el abanico salarial de  los vuestros, y los honorarios  de un amplísimo espectro del personal de este país, por no hablar de los indecentes sueldos de banqueros, directivos de multinacionales, y demás empresas privadas, globalizadas, deslocalizadas  y españolas.

Pero creéis que este país es estúpido, aunque os lo pueda parecer ¿o qué?
Veamos, la presidenta del FMI gana aproximadamente 478.589 euros, el presidente de Consejo europeo 327.093 euros, el presidente del BCE 371.148 euros, y ella, la canciller Ángela Merkel, 885 euros  netos al día, más las dietas y los dietos.

Y no voy a recordar ni lo que gana  en España, el presidente del alto tribunal, ni el portavoz de la conferencia episcopal, ni los presidentes de las llamadas cajas para la obra social, ni siquiera voy a mencionar, los más de 30.000 euros diarios de los que dispone su majestad, no voy  a hacer leña del árbol caído, pero si para colmo, cuando estamos sumidos en una ruina sin parangón, reviso los presupuestos de 2012  y veo  que la partida en defensa, está por debajo de la media en recortes, con respecto  al  resto de  los ministerios, el  8,8%  en lugar del16,9%  con respecto al 2011, comprendo que están  preocupados por la inminente invasión de los marcianitos rojos.

Entonces sí que entiendo más que antes, que era totalmente, a los mineros, sí a los mineros, a nuestros mineros, y comparto sin matices su lucha, su indignación  que es la de todos nosotros, y como ellos dicen su mayúsculo “cabreo”.

Pero que os habéis  creído, ¿Qué vais a robarnos el sueldo, los derechos, las casas, la dignidad, la salud, la educación, la dependencia?
A algunos, se les ha regalado el confort, algunos no saben lo que nos ha costado arrebatar los privilegios  que tenían unos, para compartir derechos en el estado del bienestar, todos.

Que yo sepa aquí no ha habido ninguna guerra civil después del 36, para que sean los vencedores los que se queden con el botín.
Que no, que no puede ser, que hay demasiada gente en el límite, al borde, que se acabo el carnaval, pero para todos, es para todos.

No os empeñéis en buscar más argumentaciones, más justificaciones, conocemos el argumentario, y las cosas se podían haber hecho de otra manera,  pero necesitabais esa mayoría absoluta, para lavar vuestro sector financiero, para exonerar a vuestros cargos, para limpiar las calles de inmigrantes, para acallar la libertad de expresión en los medios de comunicación, en nuestra televisión, para reprimir y golpear impunemente  a quienes luchan y  a quienes se solidarizan.

Alguien, algunos están poniendo en riesgo las instituciones democráticas, el sistema de representación, los procesos electorales, la pública,  para que cuando todo fracase, esté justificado y haya espacio para lo privado, para los negocios de las privatizaciones de la educación, de la  sanidad, espacio para los tecnócratas, disfrazados o no de negro, para los populismos, y  para los decretos.

Por eso Presidente, del Reino de España, acabas de decir en el pulpito del Congreso de los diputados, que la situación ha cambiado radicalmente, y por eso tú programa, y tus medidas dan un giro de 180º. En estos casos sabe lo que se hace, lo que debería hacer, es someterte a una cuestión de confianza, para que sepa si continuas teniendo el mismo respaldo, para tomar nota y rectificar, o hacer lo que hacen los buenos dirigentes y presidentes, retirarse.

Pero como no sabrá declinar el verbo dimitir, a la ciudadanía solo le queda, una opción defenderse de ti, de tu partido, de lo que representáis, de las agresiones a los que nos estáis sometiendo,  por eso os vamos a poner “una moción de censura social  y política”, en la calle, en los colegios, en los hospitales, en las residencias de ancianos, en las colas del INEM, en cada rincón de este país.

Pero qué irresponsables sois, pero que canalla  se pude llegar a ser, por razones de Estado (da igual), por dinero  o por poder.

Nosotros, los afectados por el Gobierno Rajoy, vamos a ponernos  de acuerdo ya,  todas las fuerzas políticas, sindicales y sociales para configurar un bloque social, tan coyuntural como los recortes, los ajustes, y su crisis, para frenar este disparate; y defender a la ciudadanía, de esta nueva versión de holocausto blando.

Ya que es la razón última de la existencia de cualquier estructura, cuyo fin último sea la defensa de los trabajadores, de los parados, de los funcionarios, de las mujeres, de los jóvenes, de los mayores, de todos y todas las víctimas del BCE, del FMI, de Merkel y de la era Rajoy.

¿Podemos  oír el grito desgarrado de este pueblo, y ayudar juntos y sin fisuras a luchar, por la supervivencia  de los de abajo, que ya no pueden más?

 
Traigo la camisa roja
tranlaralará, tranlará, tranlará…

Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo…

De sangre de un compañero.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo…


Kechu Arambru del Rio
Sevilla, 12 de julio de 2012.