domingo, 13 de mayo de 2012

“Nuevas Estrategias y Alianzas de Género"


 Cayó el muro de Berlin, las Torre Gemelas, Bin Ladem, Muamar el Gadafi, Berlusconi, Sarkozy y Lehman Brothers.

El capitalismo se precipita por una vereda extraordinariamente salvaje, sin posibilidad de regenerarse, como en anteriores crisis del modelo.
 
Y la vieja Europa sucumbe ante un ajuste de cuentas con el Estado del Bienestar, que en España, al igual que en la mayoría de los países, cobra dimensiones altamente toxicas para la población, especialmente la femenina, lo que obliga a replantearse todas las estrategias, sin excepción.

Consciente de que estamos cerrando una época, y buscando parámetros para la apertura del nuevo ciclo, donde todo debe ser revisado, desde los modelos de representación hasta los instrumentos de participación, desde las estrategias políticas a las económicas, desde las sindicales hasta las de  género.

Los movimientos emergentes del último periodo, como las primaveras árabes, o como el movimiento del 15 M, apuntan y señalan indicadores novedosos, potentes y significativos, pero que en unos casos parcializan la realidad y en otros como en los temas de género no acaban de resolverse, por utilizar un término epidérmico.

Desde el reconocimiento del papel que ha jugado el movimiento feminista en este país, y la indiscutible e indiscutida aportación del Forum, a los avances en políticas de igualdad, y por lo tanto a la consolidación de la democracia social. Haré algunas consideraciones, aunque no pretendo amplificar, pero si señalar algunos de los desencuentros y distracciones en nuestros dilatados recorridos, como los empleados en la mega visibilidad del lenguaje (os/as), en paternidades del discurso (de la diferencia o de la igualdad), en tácticas des-aceleradoras (en alianzas de clases o estrictamente de género), y así hasta la atomización el movimiento, cuando no de la fracturación del mismo.

 Y mientras el poder de las instituciones, el poder de las fuerzas políticas, el poder económico,  mediático,  judicial, el poder con mayúscula, ha ido manipulando, asumiendo perversamente nuestro discurso, hasta formar parte de las plantillas:  desde la mano de hierro del FMI ( Cristine Lagarde), hasta la capataz de los designios de Europa (A. Merkel), desde la número uno del partido mayoritario (Cospedal), hasta la número dos del Gobierno (Santamaría), desde la conciliación laboral para justificar la precarización laboral femenina, hasta la feminización de la la ley de la dependencia para justificar la incorporación de las mujeres al mundo laboral. 

Y todo ello hasta llegar a una constatación irrefutable de que el único sistema de dominación, que no  ha entrado en ninguna crisis estructural, es "el patriarcado".

Por ello considero que estamos obligadas a revisar y reformular, algunas de nuestras categorías y de ninguna de las maneras considerarlas absolutas en el trazado de las “Nuevas Estrategias”:

1ª-Entiendo que el valor de la equidistancia (entre institucionalista, y extra- institucionalistas ), es un considerando que acaba siendo rupturista, que deslegitima a las otras, estereotipando roles complementarios, situandonos  nosotras como “las cascos azules del movimiento”, papel de extrema soberbia del que deberíamos huir.

2º- Porque anula el principio de confluencia, que planteo considerar como elemento superador de las alianzas, que suelen fraguarse con tintes antidemocráticos por desvalorizar las minorías.

3º- Igualmente deberíamos responsabilizarnos de salir del discurso de la resistencia, como vía exclusiva de salvaguardar las conquistas.

4º- La supervivencia orgánica y representativa es un medio, y no sólo un fin.

5º- La participación social e institucional de movimiento, si no es vinculante, nos sitúa en el terreno de la justificación y la coartada política, y presupuestaria de los poderes.

6º- Descatalogar la paridad cuantitativa, por ser un objetivo superado y manipulado, que da cobertura a las democracias formales con carácter aritmético, y no cualificado.

7º- Trabajar para neutralizar las tentaciones de feminismo único, para poder consolidar la cultura del multifeminismo.

8º- Considerar el objetivo del empoderamiento, como una propuesta de reconstrucción de los ejes individuales y sociales.

9º- Desmontar la instrumentalización de las cuotas, para reorganizar la representación y la toma de decisiones.

10º- Reestructurando el discurso feminista en torno al género, y no en torno al hecho biológico.

11º- Convertir las debilidades atribuidas a nuestro género en fortalezas como antídotos de la dominación.

12º- Por lo tanto nuestra estrategia globalizadora e interdisciplinar, debería dibujar  

“el circulo violeta” de la :
. La investigación.
. La formación.
. La reflexión.
. La intervención.
. La acción
. La confluencia.
. La evaluación.

-En este sentido el indicador por excelencia de éxito para nosotras, como agentes del cambio, es influir para aminorar los mega- efectos de la crisis sobre las mujeres.

-Para todo ello es necesario:
ser competentes como parte del movimiento feminista”

-Y para ello es inevitable sobre todo:

Que dejemos de ser seres de adecuación , para convertirnos en seres de transformación”.


Madrid 12 de mayo del 2012

Presidenta  del Forum de Política Feminista de Sevilla

Kechu Aramburu del Río