jueves, 3 de mayo de 2012

LAS POLITICAS EDUCATIVAS EN LA UNIÓN EUROPEA




  


Empezaré remitiéndome al origen del término nuclear del título de esta sesión del curso: educación.

Como bien saben, educación viene del latín educare, que significa conducir, formar, instruir.

 La educación es un proceso multi-direccional, mediante el cual se transmite el conocimiento, que se fragua en el proceso de enseñanza-aprendizaje.






Existen tres tipos de educación: la formal, la no formal y la informal. La educación formal hace referencia a los ámbitos de las escuelas, institutos, universidades, módulos, mientras que la no formal se refiere a los cursos, academias, e instituciones, que no se rigen por un particular currículo de estudios, y la educación informal es aquella que fundamentalmente se recibe en los ámbitos sociales, pues es la educación que se adquiere progresivamente a lo largo de toda la vida.

En este marco plantear como la educación es el marcador del Estado del Bienestar Social de un país.
Es de tal magnitud el carácter estratégico de la educación, que en España siete de cada diez leyes orgánicas, en el Congreso de los Diputados, se han aprobado con el consenso entre el gobierno y la oposición; las leyes sobre políticas educativas cero, es decir ninguna.
Por ejemplo, en Finlandia la educación es pública y gratuita, desde que se nace hasta el doctorado en la Universidad, se supera el seis por ciento en producto interior bruto en educación, y tiene la economía más competitiva del mundo.
El último informe remitido sobre los países de la OCDE nos suministra los siguientes datos: en lectura Finlandia está en el puesto número uno, y España empata con Hungría en el puesto veinte.
En matemáticas Hong Kong (China) está en el puesto número uno, y España la veintidós, en la cola de los países desarrollados.
En Finlandia se invierte en I+D el tres por ciento del producto interior bruto (3% PIB), y en España del 0,8 al 1,3%, cifra record en 1990.
Durante la crisis de los noventa Finlandia salió de la crisis gracias a la formación de sus personas trabajadoras y a las inversiones en innovación y tecnología. Y hoy gracias a su sistema educativo afronta la crisis con mayor ventaja competitiva.
Su tasa de paro es la mitad de la española, y el déficit público cinco veces menor.
En España sólo el treinta y cinco por ciento (35%)  de los jóvenes opta por la formación profesional, frente al cincuenta y dos por ciento (52%)  de la OCDE, o el ochenta y ocho por ciento (88%) de Finlandia.
Según el informe Panorama, presentado por la Secretaria de Estado para la Educación, la tasa de desempleo diminuye según aumenta el nivel educativo, es decir a más educación menos paro, lo que da como resultado que la educación es la clave del éxito en Europa.

Algunos datos ilustrativos en esta línea:
Estados Unidos tiene la mayor inversión por alumno/a del mundo, dos mil dólares por persona en formación, es decir duplica el gasto con respecto a España.
En este sentido se inicia un nuevo punto de inflexión, los países más desarrollados empiezan a invertir la tendencia inversora, y comienzan a hacerlo en función de las demandas del mercado laboral, estudios medios y tecnicaturas.
Algunas cuestiones más: sólo el cuarenta por ciento de los jóvenes de veinte años tiene un nivel superior al bachillerato o FP. España sólo supera en la tasa de titulados a Malta y Portugal.
En España el treinta por ciento (30%) de las personas que acceden a la Universidad, en Europa no terminan la carrera el quince por ciento del estudiantado.
Los titulados cobran en Francia el doble que en España, y en el Reino Unido el 140%.
     Lo que nos lleva a la conclusión de que la formación no está suficientemente valorada en España. Los siguientes datos corroboran esta afirmación:
·      El 50% de los españoles entre veinticinco y sesenta y cuatro años sólo tienen estudios obligatorios.
·    El fracaso universitario cuesta unos tres mil trescientos millones de euros al año (3.300.000.000 €).
·       Cada alumno que abandona o repite, cuesta siete mil (7.000) euros al Estado.
·       El tiempo medio de los estudiantes en el Campus es de seis años.
·       Las tasas que paga el alumno es el siete por ciento (7%) del coste.
·     Los suspensos, incluida la enseñanza secundaria, cuestan al Estado el cero con cuarenta y tres por ciento del producto interior bruto (0,43% del PIB).


 Hechas estas consideraciones decir que la Unión Europea no tiene competencias educativas, están residenciadas en cada país. Pero entre todos los países miembros fijan objetivos comunes, financiando la UE, en el caso de España numerosos programas de estudios, en términos económicos, desde el 2007 al 2013, la UE a destinado a formación siete mil millones de euros (7.000 millones €). Además la UE tiene, y asume, una gran capacidad de instar a los Estados miembros a que adopten las medidas necesarias para alcanzar los objetivos estratégicos.
 
     Lo más reciente:

1.    Aumento considerable de la inversión per cápita en recursos humanos, vía universidades.
2.     Reducción del número de personas de 18 a 24 años que sólo han cursado enseñanza básica obligatoria.
3.      Conexión a Internet, personalizada, y construcción de redes de Centros de formación.
4.      Definir las nuevas cualificaciones básicas en formación continua (tecnología de la información, idiomas, cultura tecnológica, espíritu empresarial, habilidades de socialización), estimulación de la movilidad de estudios y profesorado.
5.        Creación de un módulo común de currículo vitae.

 Todo lo dicho sería una mera declaración de intenciones si no se ponen en valor, de forma individual, los bonos que hoy cotizan en la bolsa de la educación: esfuerzo y cualificación.
La fórmula, además, es para hacer del conocimiento la columna vertebral de la Unión Europea, ya que se ha constatado queriqueza de un país. a mayores niveles de educación, mayores niveles de

En la década que hemos iniciado, la Unión Europea insta a que esté enmarcada por los siguientes parámetros:
·        Más calidad, eficiencia y eficacia.
·        Más equidad, más cohesión social, más ciudadanía activa.
·        Más creatividad, más innovación.
·        Evaluación permanente de los procesos y de los resultados.

En este sentido no podría obviar hacer una breve referencia al Plan Bolonia, que consiste en la colaboración dentro de la Unión Europea de unos con otros países para crear el espacio europeo de educación superior, cuyo objetivo es tratar de hacer posible el reconocimiento mutuo de ciclos, cualificaciones y normativas.

 En esta línea de información seleccionaré algunos de los elementos de aplicación:
·    Un crédito equivale a veinticinco o treinta horas de trabajo, dentro o fuera del aula.
·    Reducción de las horas de clase a favor de las autorizaciones.
·    La educación superior se divide en:
o   Un grado de orientación generalista de cuatro años.
o   Un postgrado o master de especialización.
o   Un doctorado, que sería el tercer periodo del ciclo, o tercer ciclo, cuya temporalidad sería de dos años.

Ejemplifico: en este año se matricularon en estudios de doctorado casi cien mil alumnos, y sólo el treinta por ciento logró acabarlos.

Otro de los objetivos troncales del proceso de Bolonia consiste en pasar de la adquisición del conocimiento a la adquisición de habilidades.
Y para ello serán requisitos:
 ·   Acreditación
·    Evaluación interna y externa.
·   Finalizar con un diploma suplementario, en el que se detallarán las competencias adquiridas y las asignaturas cursadas, aparte de otros datos identificativos.
·    No habrá diferencia entre licenciatura y diplomatura, salvo en Medicina, Arquitectura e Ingeniería.
 
 En esta línea argumental no quiero obviarle los riesgos de dicho plan, ejemplificaré los siguientes términos: los déficit adquiridos por las universidades españolas, al igual que en otros países ha obligado a recapitalizar las universidades:

·     Aumento de las tasas. Subida de hasta un 8,2% en el precio de los créditos, o       mediante inversiones de empresas privadas.
·      Se pretenden menos titulaciones y menos masteres
·      Un encarecimiento disuasorio de las matriculas.
·      Sustitución de las becas por los prestamos-renta.

Este paquete de aplicaciones produce una inevitable mercantilización del conocimiento, en este sentido informarles que las empresas más influyentes en la reorganización del sistema educativo, es el lobby determinante en la oferta del diseño de los planes de estudio. Estas serían Nestlé, British Telecom, Renault, Siemens, etc.

         Y una vez llegado a este punto es necesario retomar e insistir en parte del conocimiento inicial:
·     La Unión Europea no tiene competencias sobre los sistemas educativos nacionales. La administración, la estructura, la financiación, la organización y el currículo de los mismos es estrictamente potestad de los Estados miembros.
·        La política educativa de la Unión Europea hay que entenderla como una serie de orientaciones que pretenden apoyar y complementar, siempre desde el principio de subsidiariedad de los Estados miembros. Estas se componen de una serie de programas concretos con cargo a los presupuestos comunitarios, como los conocidos Erasmus, Sócrates, Comenius.
Estos programas fomentan acciones de movilidad entre profesorado y alumnado, de intercambio de información y experiencia educativa, de diseño  de decisiones conjuntas.

    Todo este entramado de movimientos, metas y objetivos estarían invalidados sin los retos que tiene planteado la Unión Europea en relación a la calidad de la educación.

1.     El reto del conocimiento:
 La organización de los sistemas educativos debe poder reestructurarse en función de los cambios que aparecen en el mundo del trabajo, y en la vida social mediante el aprendizaje permanente.
2.     El reto de la descentralización:
 Constatadas las diferencias sociales, velar porque se transformen en  educativas para todos.
3.     El reto de los recursos:
 En una sociedad en constante cambio los sistemas educativos deben ser capaces de proporcionar al alumnado herramientas adecuadas, sin que esta suponga una carga para el presupuesto de los Estados.
4.     El reto de la integración social.
 El reto de la integración social es el más importante y consiste en hacer que los sistemas educativos incorporen a la juventud al mundo del trabajo y a la vida social activa.
5.     El reto de la calidad y la eficiencia.
 La calidad y la eficiencia de los sistemas educativos, entendidos estos como los instrumentos privilegiados para la cohesión socio-cultural y para mejorar la competitividad económica de Europa (prevención del desempleo y de la exclusión social)
 Para todo ello son necesarias políticas públicas fuertes y coherentes, a favor de un reparto equitativo, y de cohesión social, con el fin de equilibrar los progresos económicos y la justicia social.   


No quiero concluir sin dejar de suscribir la frase atribuida a Jean Monnet, verdadero artífice de la construcción europea, cuando dijo aquello de: “si tuviera que empezar de nuevo comenzaría por la educación y la cultura”









Y ahora sí, concluyo con algunas reflexiones:
1.     Si las inversiones necesarias en Educación, la sociedad está abocada al fracaso.
2.   Sin una equiparación en investigación y desarrollo (I+D) no hay formación para la competitividad ni dentro, ni fuera de España.
3.    La disminución del paro va directamente relacionada con el aumento de la inversión en Educación.
4.     No es posible salir de la crisis si no se considera la educación el pilar más relevante del desarrollo.
5.    La necesidad de poner la educación en el centro de la hoja de ruta, es la clave del éxito en Europa.
 

Termino con el tono de la solemnidad, de quien cree firmemente, que es un gran disparate seguir provocando la fuga de cerebros españoles mediante el continuado disparo contra la ilustración.

 Por eso, y para eso, me despido, como docente, y desde el lugar de la ciudadanía, de quien piensa, que no hay más alternativa que: “Educación o Barbarie”.

 Ponencia de : María Jesús Aramburu del Río. 
 "CURSO “INNOVACIÓN Y EDUCACIÓN EN LA UNIÓN EUROPEA. 
Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla.