Hace pocos días, en un curso de formación del profesorado,
realizábamos una dinámica para preparar la acogida del alumnado, y se
formulaban cinco preguntas, una de ellas consistía en preguntar a tu
compañera ¿qué quería ser de mayor? La docente que me tocó, respondió
sin dudarlo, “yo quiero ser una pensionista feliz”, el resto de la sala
cambió su respuesta, había prendido la llama, y tan concienzudo deseo
fue plagiado sin rubor. Por eso cuidemosnos, porque hay algo más canalla que envejecer, y es envejecer culpabilizados por haber vivido demasiado.
Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia,