jueves, 8 de noviembre de 2012

Sodoma, Gomorrra y el Constitucional.


 Cada día resulta más decrépito el argumento, de que la crisis económica es la única responsable de la aplicación del programa del sanedrín de Merkel, en la España rajoniana, versus abolición de derechos.

Ya en 1845, desde Bruselas, Karl Marx y Friedrich Engels, en su obra “La ideología Alemana”, desengranaban la tesis de cómo la ideología es la conciencia social dominante, de acuerdo con la base económica vigente.


Y esta derecha prohibicionista en su tortuoso camino hacia Moncloa, necesitaba ir reconstruyendo el tejido que requiere un Estado uniforme y dogmático,  privatizando  y  desmontando los andamiajes  sociales.  Para ello  en 2005  presentaron el recurso contra la Ley  que regula los  matrimonios entre personas del mismo sexo, por considerar que desnaturalizaba la sagrada  institución.


El mismo Papa Benedicto XVI en un intento de reevangelización, dijo a principios de año en un discurso a los diplomáticos que trabajan en el Vaticano,  que “el matrimonio homosexual  es una de las  amenazas más  graves contra la familia tradicional, que socava el porvenir mismo de la humanidad”. Por eso la homosexualidad es ilegal en 76 países y castigada con pena de muerte en otros pocos, como Arabia Saudí, por recordar el país más amigo  e inversor.

Los más de 22.000 matrimonios gays celebrados desde entonces, han sido condenados a la fatalidad de estar cuestionados, señalados y, sobre todo, bajo la sospecha de  ilegalidad,  tras el villano acto del PP. Pero siete años después, la derecha ha sido desautorizada por la más alta instancia, recuperándose el derecho a legalizar todas las opciones sexuales.


Y hoy en homenaje a los que tuvieron que interpretar,  escribir, o sobrevivir,  por amar a personajes del mismo sexo, va dedicada la solemne y reparadora sentencia  del Tribunal Constitucional, a: Rock Hudson, James Dean,  Cary Grant, Marlene Dietrich,  Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Federico García Lorca, Jacinto Benavente,  Jaime Gil de Biedma, Juan Goytisolo, Marcel Proust, Oscar Wilde, Arthur Rimbaud, Tennessee Williams, Truman Capote, Paul Verlaine, Sor Juana Inés de la Cruz, Cristina Peri Rossi, M. Yourcenar, Virginia Wolf, y como no, a Aristóteles, Eurípides y Sócrates, y a las miles y miles de personas sin las cuales no hubiera sido posible, que Sodoma y Gomorra ocuparan el Tribunal Constitucional.



Kechu Aramburu

Publicado el 8 de noviembre en el "Correo de Andalucia"