viernes, 12 de octubre de 2012

El "Tea Party" Político Eclesial




Sobre la Biblia, el libro más leído en el mundo, se nos ha dicho, que en ella está cimentada la parte espiritual más importante de nuestra cultura y nuestra civilización. Confieso que con la vista cansada de tanto releer la letra pequeña, no he encontrado, ni un solo versículo, o salmo, donde se pueda reconocer que se estén inspirando personajes como el Obispo de Córdoba, que acaba de comparar el crimen de José Bretón con el aborto, en su homilía” Misa Angelis”; o el mismísimo Arzobispo de Madrid, Rouco Varela, expresando la "inquietud" de la iglesia por la "desintegración unilateral" de la unidad de España”, a la vez que señala que "sin la familia, sin la protección del matrimonio y de la natalidad, no habrá salida duradera de la crisis”; o el dimisionario, Presidente del Consejo General de la C.E.E, Castelao Bragaña, persona de confianza de presidente gallego, que ha graznado “Las leyes, como las mujeres, están para violarlas”; o la joya de la corona, Mayor Oreja, que acaba de lanzarle un órdago a su jefe de filas, del siguiente tenor ”no me resigno a que al aborto sea un derecho”.

Estas son algunas de las perlas, de los doctores de la Iglesia, que según los evangelios, deberían  estar ocupados sobre todo con los pobres, que son ya demasiados. Y los otros, algunas de las eminencias, a quien el gobierno les tiene encargado administrar flecos de Estado, así como ser creadores de opinión para conseguir que,  se sientan suficientemente representados en la mayoría parlamentaria, en su avance hacia la hegemonía del “Tea Party español”.



¿Y sabiendo,  que un niño que muere de hambre es un niño asesinado,  por la codicia ilimitada de las oligarquías del capital globalizado, tenéis la osadía de hacer apología de la violación, de vincular la salida de la crisis a los partos masivos,  de rezar por el no nacido, de compararnos a las mujeres en situaciones limite, con el presunto asesino de los niños Ruth y José?

Lo más leve que se me ocurre es remitirme, al título de la película de Urbizu “No habrá paz para los malvados.” Por todo ello confirmar, que es extraordinariamente indecente que se dediquen a jalear a sus puños ciudadanos de “Aborto cero”.


En estos casos me consuela recordar a Giovanni Papini, en su obra dedicada precisamente a Benito Mussolini donde decía, que toda persona paga su grandeza con muchas pequeñeces, su victoria con muchas derrotas, y su riqueza con múltiples quiebras.

A la gente de bien, el pasado no nos  tortura, y el futuro  no nos puede encadenar, por eso, y porque vamos ligeros de equipaje no cometeremos en el presente “el delito del silencio”.

 Kechu Aramburu.
Publicado el 11 de octubre en el "Correo de Andalucia"