Estas son algunas de las perlas,
de los doctores de la Iglesia, que según los evangelios, deberían estar ocupados sobre todo con los pobres, que
son ya demasiados. Y los otros, algunas de las eminencias, a quien el gobierno
les tiene encargado administrar flecos de Estado, así como ser creadores de
opinión para conseguir que, se sientan
suficientemente representados en la mayoría parlamentaria, en su avance hacia
la hegemonía del “Tea Party español”.
¿Y sabiendo, que un niño que muere de hambre es un niño
asesinado, por la codicia ilimitada de
las oligarquías del capital globalizado, tenéis la osadía de hacer apología de
la violación, de vincular la salida de la crisis a los partos masivos, de rezar por el no nacido, de compararnos a
las mujeres en situaciones limite, con el presunto asesino de los niños Ruth y
José?
Lo más leve que se me ocurre es
remitirme, al título de la película de Urbizu “No habrá paz para los malvados.” Por todo ello confirmar, que es
extraordinariamente indecente que se dediquen a jalear a sus puños ciudadanos
de “Aborto cero”.
En estos casos me consuela recordar a Giovanni Papini, en su obra dedicada precisamente a Benito Mussolini donde decía, que toda persona paga su grandeza con muchas pequeñeces, su victoria con muchas derrotas, y su riqueza con múltiples quiebras.