domingo, 6 de marzo de 2016

Cuenten votos, pero también víctimas

Víctimas de un modelo de sociedad, descatalogado y fracasado por desigual, víctimas de una consolidación de los privilegios del varón, y perpetuación de las carencias del segundo sexo en la sociedad informal; víctimas por conformarse con pasar del siglo de las luces al siglo de las tinieblas, donde es plantilla de normalidad que sean las mujeres objetos, en lugar de sujetos.

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 de marzo, dice el calendario de los recordatorios anuales, que es el Día Internacional de la Mujer, a modo de alarma en el whatsapp, por si a alguna de nosotras se nos había olvidado que existe una potente, normalizada, asimilada y sutil discriminación de la mujer.

Y aunque España navega en el crucero de las incertidumbres, las mujeres naufragamos en las pateras de las certezas. En la orilla del mayor colectivo social discriminado, hemos contado y sale que somos el 51 por ciento de la población, y que la pobreza se feminiza y la riqueza se masculiniza.

¿Y ahora qué? ¿Se remangan situándonos como primer tema de la agenda política o la mitad de la sociedad se desmoronará lentamente, sin hacer ruido? ¿No ven que nos están matando en silencio, día sí, día no? No olviden el mensaje de hoy. Los efectos colaterales de la desatención institucional, más allá del asistencialismo, puede dar al traste con los propios cimientos de nuestras frágiles estructuras. Hoy las mujeres son víctimas, mañana cuando algunas no canalicen el sufrimiento, es imprevisible el futuro.

No se trata de gestionar la feminización de la supervivencia, se trata de atravesar cada día la barrera del sórdido sonido, y adentrarte en la cotidianidad de unas cifras que son el desgarrado testimonio de una gran parte de las mujeres de este país, cuyas consecuencias están dinamitando la historia de las conquistas de igualdad.

Esta guerra integral contra la mayoría de la población nos recuerda que el naranja y el azul, el capitalismo de colores, es hijo del patriarcado y que su negocio familiar les resulta más que rentable. Hay que recuperar la memoria y saber que nada se conserva sin resistencia. ¡Ustedes dirán! ~


Kechu Aramburu.

 
Publicado en el Corrreo de Andalucia el 5 de marzo del 2016.