Blog personal de Kechu Aramburu.
Investigación en Ciencias Sociales: Feminismo,Política,Sociología,Psicopedagogía,Ecología,Exclusión Social, Paz y No violencia, etc.
viernes, 4 de abril de 2014
Los pobres sin PISA
Se ha dejado fuera del Informe PISA al alumnado perteneciente a
la exclusión social. Y a los que no tienen problemas de recursos, PISA
les ha dicho que saben poco, o que no se les enseña adecuadamente, y que
esta generación que se está formando para hacerse cargo de este país
dentro de unos años, están 23 puntos por debajo de la media de la OCDE
en la resolución de los problemas cotidianos, que no están cualificados
para enfrentarse a la vida, por no hablar de los ínfimos resultados en
conocimiento del medio, operaciones matemáticas, o en lectura
comprensiva.
La sociedad actual no considera relevante el saber a secas, sino en lo
que se puede hacer con lo que se sabe. Y resulta que el 28% de los 2.709
encuestados en España, no llega al nivel mínimo para afrontar un
problema cotidiano. Estamos como Serbia o Eslovenia, y 30 puntos por
debajo de Italia o Francia.
En la encuesta hecha por SM, el 87% del profesorado reconoce que no se
está preparando al alumnado para los desafíos de este siglo, el 86%
desaprueba los sistemas de evaluaciones por no permitir valorar las
capacidades de los estudiantes, y el 97% considera que una modificación
de la metodología, mejoraría los resultados.
Las Nuevas Tecnologías no
cambian nada si no va acompañado de un profundo cambio del sistema de
aprendizaje. El 76% piensa que hay que incentivar el pensamiento
crítico, el 71% trabajar las inteligencias múltiples de manera
personalizada, y el 59% fomentar el trabajo cooperativo en las aulas.
Los datos apuntan que los repetidores lastran de manera considerable
los resultados, y que los inmigrantes están casi 20 puntos por encima de
los nativos en la resolución de estrategias, dado el sobre esfuerzo que
han tenido que hacer para adaptarse en España.
El alumnado de intercambios muestra un grado muy superior de autonomía,
lo que parece indicar que la sociedad española es altamente
proteccionista con sus adolescentes, pertenecemos a la cultura del
control. Pero la escuela no es la única responsable, reparte la tarea
con la familia.
A nuestro alumnado no le interesa este currículo
encorsetado, y lo que no motiva no conduce al éxito educativo ni
laboral.
¿Qué habría pasado si se hubieran incluido los datos del alumnado que cursan sus estudios en zonas de exclusión social?
Kechu Aramburu del Rio Publicado en el Correo de Andalucia. El 5 de Marzo del 2014