viernes, 15 de noviembre de 2013

Amar en tiempos de sumisión





Casablanca película estadounidense del 42,dirigida por Michael Curtiz, narra una historia de amor durante la Segunda Guerra Mundial.

En España la censura franquista provocó relevantes alteraciones en varios diálogos. Un ejemplo es cuando Paul Henreid pregunta a Ingrid Bergman si él y ella son hermanos, y mientras ésta niega con la cabeza, en la versión censurada se escucha un rotundo "Sí".

A estas alturas no me cabe la menor duda que Constanza Miriano solo ha visto una vez el film, cosa inaudita, el resto la hemos considerado de cabecera, y debió levantarse de la butaca por no resistir lo canalla del amor. De las tres memorables frases ha vampirizado y prostituido una, ni “Tócala de nuevo, Sam”; ni “Siempre nos quedara Paris”, sino aquella en la que le dice Bergman a Bogart: “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos."




La autora de “Cásate y se sumisa” y “Da la vida por ella”, cuyo mecenazgo político social, económico y mediático, está siendo
ejercido por la máxima autoridad eclesial en la ciudad de la Alahambra. Diócesis cuya deuda ha pasado de 1,2 a 28 millones de euros en solo diez años, y cuyo origen se encuentra en las costosas iniciativas ideadas para controlar la formación religiosa, gestionada por personal  vinculado a los movimientos ultras. En Italia, el diario católico 'L'Osservatore Romano' lo calificó como un divertido manual de evangelización".


 La gran fuente de inspiración de la predicadora es el apóstol Pablo, y sus citas recogidas en la Biblia, por lo que Constanza, ante la posibilidad de una demanda judicial, argumenta que si le denuncian a ella, "deberán denunciar también a San Pablo y retirar todas las Biblias del mercado".




Dice las siguientes perlas, en sus panfletarios manuales de adoctrinamiento, que “corresponde a la mujer llevar al hombre al encuentro de su virilidad, y del ejercicio de la autoridad” o “sólo hay una manera de limar las aristas de la convivencia en el matrimonio: Tendrás que aprender a ser sumisa. O sea, a ponerte debajo”.





 La impunidad no puede amparar este affaire, y se debe actuar de oficio y de parte por semejantes delitos de apología de violencia de género, cuando en solo un año han asesinado a casi medio centenar de mujeres y en una década a 701. ¿Hasta cuándo?

Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia, en el periodico impreso, formato papel (por razones de la huelga)
el 15 de Noviembre  del 2013