Chocolate, safaris, y Potter
En estos momentos, lo que hay en la foto es una España en estado de
emergencia social para algunos y, aunque no se pretende, ningún tipo de
insinuación sobre la apología de Robin Hood o Curro Jiménez, de aminorar
los excesos de los ricos para dárselo a los pobres. Se está clamando
con sonoro silencio, en voz baja y alta, menos cinismo y más diligencia
al Gobierno para denunciar y actuar contra los que estafan al Estado y
no están en paro, y además les hacen leyes de amnistía fiscal a medida, o
forman parte de la letra pequeña de la gorgorita ley de transparencia.
Me refiero al último fascículo del matrimonio Undargarin Borbón, que
es tan obsceno como parece ser delictivo y no está incluido en la agenda
de los escraches de la portavoz viernesina del Gobierno Rajoy.
Es un
informe de Hacienda, que no han podido ocultar, con facturas personales
de los gastos de los duques de Palma, sufragados por la sociedad Aizoon,
que se sospecha fue usada para defraudar y blanquear “dinero sucio”,
según terminología de la Audiencia de Mallorca, para reformillas en el
palacete de Pedralbes, fines de semanas en Roma, Mozambique, gastronomía
gourmet, entradas para la final de la Champions, participación en
safaris en Sudáfrica, chocolate y algún tomo de Harry Potter ¡chuminás!
algo más sofisticadas y algo más costosas que el pan y la sal de los
malvados parados defraudadores.
Kechu Aramburu del Río.
Publicado en el Correo de Andalucia el 18 de octubre del 2013