Kechu Aramburu.
Necesito denunciar, y también por qué no, señalar. Necesito dejar de encubrir a los ricos cuando roban a los pobres, necesito dejar de estar por encima del bien y del mal, tal como indica el establishment, necesito gritar más alto, cuando veo la injusticia, necesito emitir un juicio de valor sobre aquellos a quienes les sobra y no reparten, sobre quienes tienen de sobra y amasan más y más.
Necesito tirar de la manta del “sistema” que provoca hambre, sudor y lágrimas, pero no soy un peligro, porque como casi todos nosotros, somos cómplices por acción u omisión, y nos han grabado a hierro y fuego que lo de uno es privado, y lo de todos es público.
Necesito denunciar a los que trafican con la pobreza, necesito denunciar a la casta llamada “intermediarios”, necesito denunciar a los que se quedan con nuestra plusvalía, necesito denunciar a los que arbitrariamente especulan con nuestros intereses, necesito denunciar a algunas industrias farmacéuticas que no comercializan algunos medicamentos porque les es más rentable mantener las enfermedades, necesito denunciar a algunas multinacionales automovilísticas y a otras que están asfixiando el planeta.
Necesito denunciar a los violentos y a los belicistas, da igual su actividad en un estadio de fútbol o en Gaza, necesito denunciar a los miles de maltratadores que han convertido en un infierno la vida de muchas mujeres, necesito denunciar el poder mediático que convierte las desgracias en espectáculo, necesito denunciar a los que toman macro-decisiones sin contar con los afectados.
Necesito denunciar al que no trabaja y cobra, necesito denunciar a quienes con nuestros impuestos no hacen lo que deben, necesito denunciar a quienes hacen un uso indebido de los fondos públicos; y en un aterrizaje forzoso, necesito denunciar la operación titánica de inyectar 50.000 euros a la Banca privada a modo de rescate de los banksters, en lugar de tener como destinatarios a particulares o pequeñas empresas cuya última encuesta hecha a la Confederación española de jóvenes empresarios que indica que al 72,8% de las pymes se les ha denegado el crédito, así como a 9 de cada 10 autónomos, igual que a las familias endeudadas.
Necesito denunciar la avaricia, el nepotismo, el autoritarismo, la corrupción, la explotación y la intolerancia. Necesito denunciar el “silencio de los corderos”, y el grito de los becerros, necesito denunciar los crímenes contra la Humanidad.
Necesito denunciar y denuncio que la pobreza es la base de la pirámide del mundo globalizado.
¿Entiendes? Que no sólo es la rabia, pero es también la rabia.
Kechu Aramburu.
Miembro de la Presidencia Federal de IU.