sábado, 4 de mayo de 2013

La maldición de la paciencia

Como sabéis la Iglesia católica acogió a Job como modelo de santidad, y entró en el santoral siendo festejado en este mes de María santísima. Como recordareis este personaje fue sometido a una prueba opresiva por Satanás, con la autorización de Dios, para que su temple fuese usado por muchos credos para salvar las adversidades.


Emulando al diablo, y ensayando la modalidad española de covachas de resistencia, como si de una maldición bíblica se tratara, Rajoy ha ido al Patio de la Alambra de Granada a decirnos a los españoles, “que tengamos paciencia”. No hay la menor duda que los aludidos son los más de seis millones de parados faltando en las estadísticas las amas de casa no registradas, los cuatrocieneuristas y demás ciudadanos supervivientes de esta crisis, dejados de la mano de Dios y de Rajoy.

Sí lo que se está pidiendo al pueblo, es resignación y aguantar hasta la extenuación, la respuesta es rotundamente no, y no porque no se quiera, sino porque es físicamente imposible, materialmente inasumible resistir más, la gente supura miseria y malvive en la más profunda de las desolaciones, y todo envuelto de mucha rabia por no entender, como es “tan barato” robar en España a lo grande, defraudar a lo grande, mentir a lo grande, ganar a lo grande, recortar a lo grande, tener sobresueldos a lo grande, cobrar dietas a lo grande, sufragar gastos suntuarios a lo grande, evadir a lo grande, despedir a lo grande, tener jubilaciones y rescate a lo grande y siempre para los banqueros y demás aves de rapiña, y en cambio es “tan caro ser pobre”. Solo hay dos tipos de locales siempre abarrotados, los comedores sociales y los restaurantes de unos cuantos tenedores, versus estrellas.

El fundador de los jesuitas, Ignacio de Loyola, aconsejaba no hacer mudanzas en tiempos de tribulación, se trataba de resistir los embates de los poderes terrenales, pero qué más quisiéramos que tener las cantimploras llenas y aguantar, pero a la mayoría silenciosa de “si boana”, se le ha agotado la paciencia del santo Job, y como no solo de pan vive el hombre, este azotado pueblo piensa y empieza a exigir, emprender una nueva transición, esta vez sin dejar atado el viejo y fracasado régimen.

Kechu Aramburu.
Publicado, 2 de mayo 2013 
Correo de Andalucia.