No es una rectificación, es una derrota
La interpretación oficial, y las versiones interesadas con la
autoría de quien las emite, tienen el valor justificativo de quienes no
reconocen los fracasos, o quienes no asumen que hay más sujetos en la
sociedad. Pero en este momento histórico, las mujeres y aliados ganan
batallas doblegando a un Gobierno, derrotando una política, creando una
crisis ideológica en las filas del poder.
La contienda sobre la retirada de la reforma de la Ley del Aborto
tiene en la diana a un presidente con medio Gobierno en contra, medio
partido soliviantado, sectores eclesiales indignados, y gran parte de
sus votantes rebelados.
Rectificar significa: arrepentirse, borrar. Y su antónimo es:
insistir, ratificar. Según la Real Academia de la Lengua, el presidente
del Gobierno, en la medida que no retira el recurso de
inconstitucionalidad de dicha ley, no solo no rectifica, sino que
insiste por otra vía menos costosa, ya que la factura partidaria se
aminora, provoca la salida de Gallardón, asignatura pendiente, no por su
beligerancia, o posicionamientos ultras, sino por el pacto inconfesable
con los temas que consideran de mayor calado, y que ponen en riesgo la
honorabilidad de cercanos y propios.
Hay que administrar con rigor tanto la hipocresía del ajeno, como la
ingenuidad propia, si la ley Wert desata parecido disenso en la
sociedad, ¿por qué no la retira? Por dos razones, porque con este
desatinado ministro no mediaba el entresijo sobre el sello de silencio y
amnistía que mediaba con el exflamante, y porque una vez más ha
pretendido usar a las mujeres como moneda de cambio, para los temas
considerados de Estado, como son los derivados de la corrupción, amén
del dato tras la europeas, sobre la bajada del PP a un inédito 26% en
toda España.
Ahora toca hacer vigilia activa, para exigir la retirada inmediata
del recurso, ya que la sentencia más que probable de este TC acabaría
con la posibilidad de recuperar lo robado a la ley vigente, además de
evitar que modifique lo que él llama flequillos de su consenso.
Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia el 27 de
Septiembre del 2014