Y eso se puede hacer de dos maneras, por la puerta falsa que es manoseando los no pocos errores cometidos por quienes están en el poder, o por la principal que es por demérito de quienes gobiernan, de quienes dejan los espacios sin cubrir, de quienes se olvidan de sectores, que terminan convirtiéndose en caldo de cultivo de las posiciones más ultras.
Es legítimo, pero sobre todo es insostenible para Andalucía que los defensores del centralismo hegemonicen por arriba o por abajo esta tierra, y lo es porque hoy están culpabilizando a las autonomías del déficit del Gobierno central, que casualmente triplica al de las comunidades, y porque el estrangulamiento financiero, al que nos someten mediante el arbitrario e interesado reparto es letal para los andaluces. La voladura del Estado del Bienestar social, que ha decretado Madrid como excusa, está concluyendo con salvajes cotas de desigualdad. Por eso, y para evitar eso, cúmplase el Estatuto andaluz.
Kechu Aramburu del Río.
Publicado el de Febrero del 2014 en elCorreo de Andalucia