sábado, 18 de mayo de 2013

Menú de insectos


Estamos tocando fondo” decía Gabriel Celaya.
De manera especialmente 
forzada se rinde homenaje a la vieja Cuba, como uno de los países que más éxito ha tenido en la reducción del hambre, extravagante curiosidad la de organismos internacionales como la ONU o la FAO, poniendo como referente a la bloqueada potencia comunista. Cualquier mortal se preguntará, qué gato encerrado hay en que Fidel Castro se convierta en un icono de las nuevas voces de los mercados, tan elemental como que los recursos naturales son finitos, y las depredadoras políticas de las multinacionales del sector están poniendo en jaque al planeta.
 
Y para que la plaga de la hambruna que está haciendo estragos no siga cobrándose más vidas de las que tienen calculadas, se ha decidido señalar el papel potencial de las alimañas en la dieta mundial para amortiguar la desnutrición planetaria.

El nuevo texto que los sospechosos expertos han publicado, afirma que los deliciosos insectos, son un recurso desperdiciado amén de una fuente de alimentación rica en proteínas, que puede ayudar a hacer frente a la inseguridad alimentaría mundial, y que el cultivo de los mismos para el consumo humano y animal es particularmente relevante, en un momento en el que el crecimiento demográfico y la consumista, y extinta clase media, ha provocado un aumento de la demanda de alimentos, y al mismo tiempo han dañado el medio ambiente que permite producirlos.

En este sentido nos intentan embaucar con la siguiente afirmación: “la recolección y cría de insectos pueden generar empleos e ingresos en efectivo, potencialmente a nivel industrial”, para lo que el capital privado se encuentra ya en la parrilla de salida.

Algunos de los insectos más engullidos son los “escarabajos, orugas, abejas, avispas, hormigas, saltamontes y grillos”. La nuevas estrategias de comunicación pasarán por derribar la barrera psicológica del “factor asco” y luego los pobres y los empobrecidos tendrán que comer estos bichitos, nuevos manjares y señuelos del siglo de la gran estafa, cuyos menús consistirán en sopa de escarabajos, tortilla de hormigas y pastel de avispas, acompañado de licor de grillos.

Kechu Aramburu.
El Correo de Andalucía, 16 de mayo de 2013.