jueves, 21 de marzo de 2013

¿Quién voló sobre el nido del cuco?

La decadencia de esta España con  oscuros brotes de inmoralidad económica y política, que ha pasado del hedonismo a la pobreza, está teniendo efectos devastadores. Según la OMS las consecuencias de la crisis, manifestadas en forma de depresión, estrés, ansiedad, o patologías relacionadas, han provocado una pérdida de productividad de entre el 3 y el 4% del PIB. Además se nos ha informado, mediante el Servicio de Psiquiatría de la CSPT, de muy significativa la reducción de la mortalidad, excepto un aumento considerable en los casos de suicidios, alcanzando la cifra de casi 4.000, de ellos el 78% eran hombres, al igual que constamos a través del PLND como los hipnosedantes son las únicas sustancias cuyo consumo subió el año pasado un 11,4%, es mas según la SEMERGEN uno de cada cinco usuarios que acuden a consulta lo hacen por síntomas relacionados con trastornos mentales .
No trato de psicologizar este país, estoy tratando decir que no solo se ha perdido el norte sino que también se está perdiendo la cabeza, está sociedad está enferma, y se acaban de encender todas las alarmas con los últimos datos sobre  el futuro de nuestros hijos, y de nuestros adolescentes, las urgencias  psiquiátricas registran un elevado número de menores inadaptados, fruto de la baja tolerancia a la frustración, que presentan  los trastornos de conducta.

Su  respuesta a esta crisis de valores, es la de una aproximación a una epidemia de comportamientos desafiantes, objetores y oposicionistas, de hiperactividad leve o redoblada.



Están desmoronándose los cimientos del Estado del Bienestar social, y aparecen nuevas enfermedades del sufrimiento oculto, que tienen un carácter más social que mental, donde se pretende que las llamadas “pastillas” lo solucionen todo, sin asumir  el Estado ninguna responsabilidad. Sospecho es que siendo las enfermedades mentales el 30% de la discapacidad global, solo cinco de cada cien euros se dediquen a salud mental, amén del crecimiento de un 46% de casos de internamiento de enfermos mentales. 


De nuevo los intereses económicos de una de las cinco industrias más boyantes del planeta, como es la industria farmacéutica, han decidido que nos quieren vivos pero “tocados” y medicados, vulnerables y dependientes para ser covachas empastillados, sumisos y más, un poco más si cabe, manipulables.

Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia,
el jueves 14 de marzo del 2013