sábado, 19 de enero de 2013

SE ACABÓ EL TIEMPO.



Con un millón trescientos setenta mil parados/as, con una tasa del 35% de paro, con un descenso del 1, 9% del PIB andaluz, con 7.551 desahucios en el primer semestre del 2012, con 4.500 profesores interinos menos en las aulas, con más de 6.000  pequeñas y medianas empresas destruidas en 2011 en Andalucía, sólo en la provincia de Sevilla  el primer semestre del año pasado se ha llevado por delante 492 empresas.
 
Amén del  35% de pobreza y de un 22%  de andaluces/as por debajo del umbral de la pobreza.
   
 
¿Y nos preguntáis si estamos de acuerdo con un Pacto por Andalucía? La verdad es que no está formulada la pregunta a la ciudadanía, pero aun así  la respuesta en inevitable, y no os quepa la menor duda que, salvo legítimas excepciones, este pueblo andaluz considerará una negligencia, una macroirresponsabilidad, priorizar los intereses partidarios sobre los colectivos, los intereses pseudopolíticos sobre los intereses del conjunto de la población.
 
No es que estemos de acuerdo, es que lo necesitamos, Andalucía ya no puede más, y sabe perfectamente las causas y los responsables de la crisis, por eso no se equivocó en las últimas elecciones andaluzas, pero una vez constatada “la culpa” ahora toca detener la sangría, se nos están quedando varias generaciones en el camino, se nos están quedando las familias en la cuneta. 
Atravesadas todas las líneas rojas e instalados en situación de emergencia social (aunque a  algunos no os lo parezca), solo cabe “PACTAR”, un pacto por y para las personas.
 
Pero cuidado, porque acaba de informarnos el barómetro del CIS, que la preocupación de los españoles por el comportamiento de la clase política de este país, supera el malestar sobre  el de la sanidad y el de la educación, y un tropiezo en estos momentos, una foto para lavar imágenes  o modificar la percepción sobre los liderazgos partidarios seria letal, la crisis es económica y extraordinariamente política, una jugada “a lo gatopardo”, de cambiar algo para que todo siga igual, no es que sea arriesgada, es que no hay ni una fuerza política, social, sindical, o empresarial, no hay nadie  que tenga el suficiente crédito para pagar la factura de no ponerse de acuerdo sobre lo que necesita Andalucía para volver a trabajar, y lo saben, no son apaños coyunturales, son soluciones con mayúsculas y sin excusas.

Kechu Aramburu.
El Correo de Andalucía.
17 Enero 2013