“Toda realidad ignorada prepara su
venganza”, avisaba Ortega en uno de los párrafos finales del “Epílogo para
ingleses” de su Rebelión de las masas. En democracia, y más aún en tiempos de crisis como los actuales, no hay realidad
que resulte más arriesgada que ignorar a la opinión pública.
Sabiendo que estos personajes, son
buenos botones de nácar para ilustrar los episodios nacionales, no deberíamos
obviar a ninguno de los actores que están en primera línea interpretando la
gran comedia que no divierte a nadie, pero pocos todavía se levantan del patio
de butacas para protestar por la estafa de semejante obra.
Y para estos buitres insaciables se
habilitó un mausoleo de elefantes, llamado “las cajas”, donde según el FROB,
finiquitaban una de sus vidas como consejeros dominicales, con una clausula de
blindaje “prejubilaciones doradas o retiro de diamantes”.
El último informe de Transparencia
Internacional, resulta demoledor para España, afirma categóricamente que las
corruptelas maquilladas de legítimas y el despilfarro no están debidamente
controlados ni sancionados, en resumidas que empatamos con Botsuana según el Índice de Corrupción
del 2012.
La OCDE acaba de mostrarse seriamente preocupada, porque en España ninguna de las investigaciones por soborno en el extranjero prospera. Y el SUP ha denunciado las trabas insalvables para investigar los casos de corrupción casualmente relacionados con políticos y empresarios.
La falta de un combate político y social que sea implacable y sin excepciones contra esta lacra, ese es el penúltimo cartucho de este país, para no morir de inanición.
Kechu Aramburu.
El Correo de Andalucía
10 de enero de 2013
La OCDE acaba de mostrarse seriamente preocupada, porque en España ninguna de las investigaciones por soborno en el extranjero prospera. Y el SUP ha denunciado las trabas insalvables para investigar los casos de corrupción casualmente relacionados con políticos y empresarios.
La falta de un combate político y social que sea implacable y sin excepciones contra esta lacra, ese es el penúltimo cartucho de este país, para no morir de inanición.
Kechu Aramburu.
El Correo de Andalucía
10 de enero de 2013