San Valentín no surgió por el interés de los grandes
centros comerciales, aunque si es vorazmente aprovechado, para sacar sonantes
beneficios en forma de corazón. Dice la
leyenda que San Valentín era un médico que se consagró, y en el siglo III
ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios
para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores
soldados, ya que tenían menos ataduras.
Este sacerdote consideró que el decreto era injusto y
desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados
(de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados).
Claudio II y Calpurnio, gobernador de
Roma, lo persuadieron para que abandonase, pero no se disciplinó. Y fue encarcelado,
y ejecutado el 14 de febrero del año 270, fecha que marcó la onomástica.
No podemos obviar que la responsabilidad de tan
perversa y consumista celebración, la tiene Cupido. Del verbo latín cupere,
que significa deseo. Cupido era el hijo de Venus, la diosa romana de la belleza
y el amor. La mitología describe a Cupido como albergador de dos personalidades,
cruel y feliz. Utilizaría sus flechas
invisibles, con la punta cubierta con oro, para impactar a hombres y mujeres
confiados, causándoles enamorarse locamente. Él no hacía esto ingenuamente,
sino para manejarlos con pasión desaforada, y hacerles sus vidas más convulsas.
Entre flechas y
corazones, se imponen modos sutiles de
construir la desigualdad de género, especialmente los que hacen referencia al
concepto del amor en la pareja, a través del mal entendido amor romántico, lleno de mitos y micro machismos camuflados. Es la herramienta más potente para controlar
y someter. Por amor las mujeres sufren situaciones de maltrato e inconfesables abusos.
Necesitamos cambiar, y alejarnos del concepto de amor romántico
tradicional, para crear un nuevo modelo de amor igualitario,
en el que eduquemos a las futuras generaciones, de modo que podamos conquistar
la ansiada igualdad en el ámbito de lo público y lo privado.
Kechu Aramburu del Río
Publicado en el Correo de Andalucía
el 12 de Febrero del 2015.
Publicado en el Correo de Andalucía
el 12 de Febrero del 2015.