Pero la leyenda sobre el patrón, se remonta a la época del Imperio
Romano, cuando el sacerdote Valentín ejercía en el territorio gobernado
por el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de
matrimonios para los jóvenes, porque, en su opinión, los solteros sin
familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras. El clérigo
consideró el decreto injusto y desafió a la autoridad celebrando en
secreto enlaces para jóvenes encandilados. Lo ejecutaron el 14 de
febrero del año 270, convirtiéndolo en el icono de los enamorados.
En la España de los Rajoys, los jóvenes valoran como inevitable las conductas de asedio en la pareja, con el agravante de que estas prácticas no son detectadas como peligrosas por ellas, ya que la herencia cultural sobre el amor sigue trasladando una idea de férrea, sobre el mito de la mujer como propiedad privada del hombre, prólogo de la maté porque era mía.
El Corte Inglés, ante las fortísimas críticas, acaba de verse obligado a retirar un corto de su campaña de San Valentín, que identifica el amor con el control de la tórtola, brutal anuncio nutriente del neo- machismo. Deformación que les está llegando a nuestros adolescentes, a través de sus series favoritas, su reggaeton y sus modas encorsetadas.
Por eso, en estos tiempos de turbulencias prepolíticas, mediáticas y, cómo no, de adoctrinamiento de las emociones, según el código moral del fin del milenio, que no condena la injusticia, sino el fracaso del modelo amoroso subordinado, siento la necesidad de rememorar a Frida Kahlo, cuando dijo aquello de: Pies, ¿para qué los quiero, si tengo alas para volar? ~
Kechu Aramburu.
Publicado en el Correo de Andalucia el 6 de febrero del 2016.
En la España de los Rajoys, los jóvenes valoran como inevitable las conductas de asedio en la pareja, con el agravante de que estas prácticas no son detectadas como peligrosas por ellas, ya que la herencia cultural sobre el amor sigue trasladando una idea de férrea, sobre el mito de la mujer como propiedad privada del hombre, prólogo de la maté porque era mía.
El Corte Inglés, ante las fortísimas críticas, acaba de verse obligado a retirar un corto de su campaña de San Valentín, que identifica el amor con el control de la tórtola, brutal anuncio nutriente del neo- machismo. Deformación que les está llegando a nuestros adolescentes, a través de sus series favoritas, su reggaeton y sus modas encorsetadas.
Por eso, en estos tiempos de turbulencias prepolíticas, mediáticas y, cómo no, de adoctrinamiento de las emociones, según el código moral del fin del milenio, que no condena la injusticia, sino el fracaso del modelo amoroso subordinado, siento la necesidad de rememorar a Frida Kahlo, cuando dijo aquello de: Pies, ¿para qué los quiero, si tengo alas para volar? ~
Kechu Aramburu.
Publicado en el Correo de Andalucia el 6 de febrero del 2016.