viernes, 27 de diciembre de 2013

Estamos tocando fondo

Reconozco que no hice caso al 15-M, vi el discurso del monarca en vivo y en directo y pase a engrosar la escuálida cifra de telespectadores que vieron el mensaje navideño, la más baja de los últimos 15 años.
 
Un dato simbólicamente relevante, fue que la cadena pública perdió casi un millón de personas, de esas que mayoritariamente tienen puesta la TV sin sonido, y a pesar de todo cambiaron en ese momento de canal.
 
 Mi vergonzante excusa tiene nombre de curiosidad, y de expectación por si decía algo… merecedor de suavizar el balance.

No soy ajena al pacto de Estado para no emitir críticas sobre la Casa Real, y aminorar la bastarda realidad de la Zarzuela para no debilitar la Monarquía. Pero dado que los acuerdos entre los grandes de España, sin la consulta al pueblo soberano, no vinculan más que a quien los ata, algunas solo somos esclavas del tono del respeto, y de la coherencia de los principios.

De todos es conocido que al rey se le escriben los discursos, en este caso es reconocible una desconsiderada deslealtad con su señor, ya que la pluma del texto pactado, rezuma algo así como tener el enemigo en casa, la foto amarillenta de un jefe obligado a quedarse hasta que se balsamice el temporal. 



Mas que grave, parece que en una situación de autentico drama nacional, su majestad articule el discurso, con la conmoción del apoltronado en el palco de honor, relatando sin más pulso que el de la recomendación o el consejo. Inadmisible la ausencia de autocritica por sus desmanes y los de sus allegados, y vergonzosa la no asunción de responsabilidad por el uso de la monarquía para beneficio suyo y de sus familiares.

Y en cuanto los titulares sin rellenar, sobre la gran nación española, frente al no reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, lo sitúa en una soflama preconstitucional. Y como pre colofón el recuerdo excluyente con las víctimas del terrorismo vinculado a la doctrina Parrot, sin mencionar la Paz, y por el contrario el olvido más miserable para con las 50 víctimas de violencia de género. 


Y termina con una mención constitucional cuando todas las semanas firma leyes, de las que emanan decretos sobrevenidos que están dinamitando dicha Carta Magna. 

Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia el 26 de deciembre del 2013

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Sin tregua

Espero que ningún ministro, y menos el presidente, tenga la osadía de desear felices fiestas navideñas a ningún habitante del territorio español, y menos a quienes van a vivir unas fechas, con demasiadas carencias básicas.

Y para colmo además este gobierno aprovecha el calendario, tal como aprendieron en la escuela del generalísimo, para abordar leyes, reformas, y tramitaciones de esas que necesitan vacaciones del pueblo para decretarlas. 

Me estoy refiriendo a la alcanforiana ley del aborto de Gallardón y Cía. El autor material se despacha con cuatro afirmaciones, tan tóxicas y venenosas como las siguientes: “se están vulnerando los derechos del no nacido”, “lo llevo en el programa electoral”, “mis principios son los que me llevan a defender el derecho a la vida”, “las mujeres no son culpables sino victimas”.

En este contexto, ante tanta infamia y desahogo del flamante ministro, es necesario hacer un esfuerzo de contención y administrar la rabia, la ira, la indignación y la desesperanza, porque son malos tiempos para el cuerpo a cuerpo. O sea que de forma ordenada y serena, le diré que coincido con su señoría en que las mujeres sí son víctimas, sus víctimas. Jóvenes y más mayores que no han sido agraciadas con la cuna de quienes podéis alimentar cuantas bocas se abran en vuestras casas, y por el contrario la mayoría, que necesitan por responsabilidad con los nacidos, no tener hijos a los que no puedan alimentar, personas que no han tenido educación sexual, porque no es una asignatura que tengáis en nuestras escuelas.

Son tan miserables las dos potentes deudas, con el ala ultraconservadora de su electorado y con el sector destituido de la iglesia de Rouco Varela, que le llevan ahora a dinamitar la ley de plazos, que tiene el respaldo del 75% de la población y del 100 por cien de quienes hacen uso de ella. Norma en la que habíamos conseguido las mujeres ser dueñas de nuestras decisiones, de nuestras vidas y de nuestro futuro, sin que los psiquiatras, o tutores en forma de hombres, tuvieran nuestros destinos en sus manos, condenándonos a la tutela masculina en pleno siglo XXI.
 
No tenemos el vicio de abortar, pero si el derecho a decidir cuándo y cómo queremos ser madres, tan elemental como que nosotras parimos, y nosotras decidimos.
 Kechu Aramburu del Rio
Publicado en el Correo de Andalucia,
el 21 de diciembre del 2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

Herrero y cuchara de palo

Y como sería saludable, para la higiene democrática, refrescar la ocultación deliberada del vecino de enfrente. Señalar que nos encontramos casualmente en estos tiempos de descomposición de la materia vinculada a la ética, de significativos aminoramientos mediáticos del mal no menor de la patronal andaluza.

Nos despertamos con un Herrero, presidente de la CEA que se va, lo cesan, huye. No da igual, pero es irrelevante, el caso es que cuando el barco se hunde por la proa de la concertación social, como capitán chusquero, que huye de la nave, bajo la socorrida excusa del relevo generacional, deja tras sí una herencia del siguiente calibre, un déficit de casi doce millones y medio de euros, el despido de casi la mitad de la plantilla, con dos ERE, obligatoriedad de devolver más de un millón de euros de programas de cooperación no llevados a cabo, amén de un asunto del color de lo turbio, turbio y fanganoso del "caso Promoción VPO" que no ha entregado, y que esta ya denunciado a la fiscalía y, catalogado como estafa, además del llamado descuadre de cerca de 14 millones de Sareb.

Es decir que la parte de las subvenciones que la Administración andaluza, dinero público que se les había concedido con fines de interés social, y hoy el paradero debe estar en los agujeros particulares, porque no se encuentra, cosa que la justicia deberá resolver, pero dejemos claro que, todos moros o todos cristianos, por lo que, unos no son unos rateros y otros sólo han metido la pata…

Aquí nadie, que no esté en condiciones de ser auditado permanentemente, está exento de que se le atribuya el pecado de la indecencia, por volatizar los recursos, de esta tierra andaluza, saqueada por quienes disponen de más, para invertir en los que tienen de menos.

Kechu Aramburu 
Publicado en el Correo de Andalucia, 
 el 12 de diciembre de  2013

domingo, 8 de diciembre de 2013

No me distraigas

Ayer la pobreza, al siguiente el del medioambiente, el otro el de la discapacidad, y así todos los días, todos los meses, sin piedad sometidos a la tiranía del santoral del calendario del recuerdo, del homenaje, de la sensibilización o del contraataque del una vez al año que no hace daño. 

Un día se lucha contra el recorte a las pensiones, al siguiente contra el fraude, al que viene contra el copago sanitario, el día después contra la reducción de las becas, y así incansablemente nos preparamos, y los preparamos. Y frente a las agresiones, vamos respondiendo de uno en uno, o todos a la vez, les da igual. 

Agotados unos, y poco erosionados los otros en esta guerra de guerrilla, resultado del tiralíneas de un capitalismo renovado que nos tiene entretenidos y distraídos, sacándonos de las trincheras a merced del diseño de quien maneja, de quienes sutilmente nos marionetiza. 

Y hoy y para llegar a fin de mes, de año y de la vida, con las menos visitas posibles a psicólogos y psiquiatras y con los menos ansiolíticos ingeridos, nos decretan sin esfuerzo el qué se debe hacer. No se me ocurriría menospreciar esas obligadas navidades, esas Semanas Santas, esas ferias, ese fútbol, esos toros, esa economía sumergida promovida y consentida por los que dicen combatirla, ese cuidado extremo del cuerpo, que neutraliza la crisis de la industria de la belleza y que se parece “solo un poco” a lo que hacían los romanos con el circo para sedar a su pueblo.

Y en este tiempo convulso de desmontaje del andamiaje, toca sellar o abrir la reflexión de la carta magna, de la Constitución, más que enarbolar banderas y banderines, como perchas de un pasado, que tiene un presente con nuevas demandas, nuevos actores, y múltiples príncipes, que no solicitan, sino exigen revisar lo superado, lo resuelto, lo mejorable, lo necesariamente imprescindible para seguir caminando juntos de forma diversa, y con las menos fisuras posibles.

 No solo es la monarquía, ni el derecho al trabajo, que también, sino ese artículo por el que los dos grandes partidos, un fatídico verano del 2011, decidieron modificar bastardamente el consenso de un referéndum y dar “prioridad absoluta” al pago de los intereses y el capital de la deuda pública con la banca y secuaces, sobre las necesidades básicas de los súbditos de este país.
Kechu Aramburu
Publicado en el Correo de Andalucia,
el 6 de diciembre del 2013

jueves, 5 de diciembre de 2013

La marca ideológica

Insumisos o derogando, estamos frente a la verdadera marca de este gobierno, que con la armadura del llanero, y justo cuando se ha apoltronado, nos muestra el currículo oculto de su programa, Wert y su macro-ley es un escudo de material fungible y peligroso, que tiene todo el teclado del fin de una era.

El fusilamiento de este modelo educativo, significa la reconversión laboral de los profesores suprimiendo horas de filosofía, plástica, música y tecnología; los colegios elegirán a los alumnos y no a la inversa, se doblarán los gastos familiares con la compra de nuevos libros de textos, los consejos escolares se vaciarán de la participación de la comunidad educativa, las evaluaciones externas dejarán fuera al alumnado de zonas deprimidas, se ocupará de los “excelentes” y se desocupará de los más débiles, se podrá aprobar la secundaria y suspender las revalidas para hacer usuarios de las academias privadas, la caída de las becas superará la cifra de los seiscientos mil, se incluirá con indicadores del mercado y de cuna, el determinismo desde temprana edad, para decidir qué hacer con el itinerario profesional de la juventud.

Hasta aparcar y fulminar las enseñanzas éticas y cívicas en las escuelas, órdago sin paliativos, del siguiente tenor, los centros educativos tal como se legislará con lo aprobado por el gobierno Rajoy, y según se ha pactado con la Conferencia Episcopal, que todavía no ha procesado el último mensaje del jefe de la curia, posicionándose públicamente contra los mercaderes y sus secuaces, deberán disponer de la oferta de la asignatura de religión, versus como legítimamente viene siendo, en demasiados lugares “aulatorio de cines de Ben-Hur” con doblaje y moraleja, contando y computando la nota del visionado para la media, con esos nueve y diez que se les otorga merecidamente a los buenos, buenos… No habrá alumno que no decida ser devoto durante la Secundaria por el bien de su nota de corte.

Y en consecuencia, prácticamente todos los adolescentes del país, se verán privados del derecho y la obligación de haber aprendido el manual de la vida, haciéndose caso omiso a todos los informes internacionales, que señalan como la “educación en valores” desde la escuela es el mejor arma frente a las violencias múltiples

Kechu Aramburu

Publicado en el Correo de Andalucia 30 de noviembre del 2013